En los acuerdos entre España y Marruecos, para atender a los
menores que son devueltos al país vecino, se incluye la
construcción de centros de alojamiento en el norte del país.
Ayer se hacía público un informe de Unicef, elaborado por el
delegado del organismo en el norte de Marruecos Mohamed
Serifi, que no recomienda la construcción de centros para
acogida para los menores devueltos por España. La razón
aducida es que el reagrupamiento en estas instalaciones
podría provocar una desestructuración familiar. Lo mejor, a
juicio de Serifi, es que el menor vuelva a su entorno
conocido y se reintegre en él. Miguel Fábrega, director
general de Menores en la Ciudad Autónoma, aseguró ayer que
su conocimiento sobre el asunto se limitaba a lo publicado
por los medios de comunicación; en concreto, el diario El
País se hacía eco del contenido del informe, que se
publicará íntegramente en unos días. En la misma línea,
Fábrega indicó que desde diciembre no se tienen nuevas
noticias sobre el plan de repatriación de menores sin
acompañantes. Las expectativas de la última reunión
mantenida con representantes de la Secretaría de Estado para
la Inmigración eran “buenas”, aunque noticias como la de
ayer resultan algo “desalentadoras” además de
“contradictorias”. ¿Por qué? Miguel Fábrega apuesta por
hacer un estudio “caso por caso”; devolver a los menores a
sus familias es, en muchos casos, perjudicial, por lo que la
existencia de centros de acogida facilitaría su reinserción
social y evitaría situaciones perjudiciales para los
chavales. Finalmente, el director general de Menores señaló
que el informe de Unicef no es vinculante y que la actitud
de Consuelo Rumí, secretaria de Estado de Inmigración,
tiende a seguir con los planes establecidos.
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