Aunque los barcos siguen sin poder atravesar el foso de San
Felipe para acceder a cualquiera de las dos bahías de Ceuta,
los trabajos llevados a cabo por la draga en los últimos
días ya se han hecho notar.
Después de tener más de dos metros de arena en algunas
zonas, llegando a formarse una pequeña playa en la
superficie, en la zona de la Bahía Sur, ahora las aguas del
foso que atraviesa las Murallas Reales aparecen a la vista
más profundas, próximas a la reapertura de la navegación
para evitar a los pescadores de bajura la, en ocasiones
difícil, tarea de rodear la península del monte Hacho para
llegar a la otra costa de la Ciudad Autónoma.
La draga Alaska I (de 35 metros de eslora y una gran
capacidad de dragado), procedente de Algeciras, se encargó
de succionar la arena depositada en los bordes del foso y,
en estos días, una draga de menores dimensiones se encarga
de realizar los retoques finales en el interior de este foso
utilizado como vía de paso no sólo por barcos de pesca sino
también por yates deportivos y turísticos. Se trata de la
draga ‘Real San Fernando’, que tiene 16,30 metros de eslora
y seis metros de manga.
Aprovechando la coyuntura, se está llevando a cabo una
limpieza general del foso, que llevaba 18 años sin limpiarse
y que ya había acumulado una importante cantidad de
sedimentos.
Espigón
Por su parte, los técnicos de Medio Ambiente y de Costas
están realizando un replanteo del espigón situado frente a
la zona donde están instalados los sacos terreros y se va a
hacer un estudio técnico para completar la obra realizada
hasta el momento, de tal modo que se evite un nuevo
desplazamiento de arena hacia el foso.
Una vez que se obtenga el perfil de la zona paralela al
dique, está previsto que se reemprenda la construcción del
espigón. Éste será de una longitud similar a los que ya
existen en el resto de las playas de la Bahía Sur, con una
altura de tres metros sobre la bajamar. La superficie
sumergida será de un metro, según lo proyectado
inicialmente.
La última fase será el levantamiento de un espigón que
contenga los depósitos de arena que viajan por el aire en
suspensión y la obra quedará rematada.
Por el momento, se han extraído 10.000 metros cúbicos de
arena próximos al foso y se han depositado en el lado
opuesto.
El vaciado del ala de La Ribera colindante al Foso Real es,
al mismo tiempo, rebajar la superficie de la playa para que
la propia corriente deposite la arena del foso sobre la
playa. Gracias al trabajo de las excavadoras, se ha
conseguido que se reduzcan 50 centímetros de playa mientras
que el reflujo del mar se encarga de realizar el resto del
trabajo.
En lo que se refiere al espigón, propiamente dicho, ya se ha
hecho el acopio de la piedra necesaria para que su
levantamiento frene el avance de la arena y se ha situado
junto a las Murallas del Club de Natación Caballa. Los
camiones que trabajan en la reorganización de la arena de la
playa de La Ribera acceden a esta zona a través de un camino
de rodadura habilitado por el túnel del mercado hasta
Fuentecaballos.
En total, harán falta unas 100 toneladas de piedra en
unidades de entre 1.500 y 2.000 kilogramos para la
construcción del espigón, una obra que será ejecutada por la
empresa Dragados.
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