Varón. Entre 20 y 30 años. Estudiante universitario. Estas
siete palabras que aparecen habitualmente en las páginas de
contactos de la prensa diaria, en realidad corresponden al
perfil de las personas que llaman al Teléfono de Información
Sexual de Ceuta. Lo anecdótico del asunto es que en raras
ocasiones tienen una duda personal, contactan con los
orientadores porque están preocupados por sus parejas. La
perdida de la virginidad, las enfermedades de transmisión
sexual, métodos anticonceptivos y el funcionamiento de la
pildora del día después son las cuestiones más frecuentes en
una ciudad, en la que el sexo “sigue siendo un tema tabú”,
asegura uno de los responsables del servicio telefónico. El
problema, a su juicio, es que la desinformación parte de las
familias y los amigos del joven. “Es todo de boquilla y se
ha terminado por desvirtualizar la sexualidad”, asegura.
El servicio gratuito funciona de 4 a 9 de la noche y recibe
una media de 10 llamadas diarias. En la primera hora, los
interesados acuden in situ para hablar con la psicóloga o
con el experto en enfermedades de transmisión sexual. El
resto son todo sorpresas. El concepto gratis no es ajeno a
nadie y jóvenes de Madrid, Albacete o Avila llaman con
bastante asiduidad porque el servicio que organiza el
Consejo de la Juventud se ofrece, sin coste alguno, sólo en
algunas comunidades autónomas.
La información confidencial, que se desarrolla desde hace
cinco años, ha dado un giro sistemático. Antes los jóvenes
se acercaban al Consejo, ahora el Consejo también sale a la
calle para “informar y educar”.
Institutos
El instituto ‘Puertas del Campo’ servirá, a partir de
mañana, de punto de partida de las primeras charlas
formativas sobre sexualidad en la ciudad. Y es que, tal como
indica el responsable de Salud y Calidad de Vida, Damian
Castañeda, “los jóvenes de Ceuta y Melilla son los que menos
hablan de sexo porque tienen menos información”. Las charlas
servirán para romper tópicos. “Tienen que aprender a
diferenciar e interiorizar conceptos lógicos como que uno no
es homosexual cuando se siente mujer, sino cuando se es
transexual”, apunta. La premisa es la participación. Según
Castañeda, se va a tratar de “normalizar el sexo. “A veces,
será un poco difícil, pero hay que empezar por algún sitio”,
asegura. Hablar de experiencias, de virginidad, de identidad
sexual, de uso de preservativos, todo desde un punto de
vista dinámico.
La letra X que remarca todo lo relativo a la sexualidad
humana continúa en el punto de mira. La falta de
comunicación está a prueba.
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Las conductas de riesgo son la clave
La información sexual tendrá una
vertiente más teórica con las jornadas para jóvenes que
realizarán, los próximos 22 y 23 de marzo, conjuntamente con
la Casa de la Juventud.
La profundización temática tiene dos objetivos: formación
sexual del alumnado asistente y captación de voluntariado.
En este sentido, el responsable del Teléfono Sexual explica:
“la intención pasa por crear una masa de voluntarios
expertos en sexualidad”, en la Ciudad Autónoma.
Esta actividad puede fomentar un cambio de mentalidad
importante que eche abajo los tópicos de transmisión sexual.
“La clave no son los grupos de riesgo, las conductas de
riesgo son el verdadero peligro”. Un trabajo en el que
vuelve a primar la cultura.
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