Marchando otra de carnavales!. No
cabe duda de que nos queda por vivir unos buenos carnvales,
pues según me comentaba, mi amigo Carlos Bernardo,
viceconsejero del asunto iban a participar, en elconcurso de
comparsas y chirigotas, unas catorce agrupaciones. Lo que
significa un buen aumento de la participación deagrupaciones
en nuestros carnavales. Cosas que nos alegra y nos llena de
optimismo con vista a un futuro, donde deseamos y esperamos
que nuestros carnavales vuelvan a reverdecer laureles de
éxito.
Servidor lleva años viéndolos por la tele porque,
decidiódesde que dejó de presentarlos, no estar entre el
público y verlos con toda tranquilidad en el sofá del salón
de casa.
Oiga, amigo guardia, gloriapura de paz y tranquilidad ver,
de esa forma, nuestros carnavales, después de tantos años
participando en los mismos tratando, con toda honestidad, de
dar siempre lo mejor de unomismo en lo alto del madero.
Pero tengo que reconocer, porque es justo hacerlo sin
modestia alguna porque la falsa modestia es el escudo trás
el que se esconcen los intútiles, que a pesar del tiempo
transcurrido desde que no me subo al madero, hay personas
que se acuerdan de esas actuaciones, así me lo han
manifestado enrepetidas ocasiones, que tuvo uno al frente de
los carnavales durante nueve años seguidos.
A todos ellos, desde aquí y desde ya, mi agradecimiento más
sincero por no olvidarme y tener, siempre, ese recuerdo
agradable de mi persona como presentador de los carnavalesde
mi tierra.
Es más, por qué no decirlo, un grupo de gente joven, chicos
y chicas, me han parado por la calle, para preguntarme por
qué razón no vuelvo a presentar unos carnavales, pues aunque
ellos no tuvieron la oportunidad de verme presentarlos, sus
padres le han hablado de mi bien hacer en compañía de todos
aquellos profesionales que me estuvieron conmigo en la
presentación delos mismo y, sobre todo, acompañado de
Beatriz Palomo.
La verdad que ante el deseo de estos jóvenes me he sentido
emocionado, pero aunque nunca se dice de este aguga no
beberé, puedo asegurar, sin dejar de agradecer esas muestras
de cariño de estos chavales que se me acercaron, que no
volveré a pisar un escenario. Mi época ya pasó a la
historia.
El mundo, en todas sus facetas, necesita gente joven capaces
de sustituir a aquellos que ya tenemos cierta edad y que, un
día, decidimos que hasta ahí habíamos llegado, poniendo
punto final a una faceta de nuestras vidas a la que habíamos
dedicados muchos años de la misma.
Una sola vez, después de muchos años alejados de los
escenarios, subímos a él para satisfacer los deseos de unos
amigos y presentar al Dúo Dinamico en las Murallas Reales.
Me guastaría satisfacer a estos chavales, pero esa época de
mi vida pasó a la historia y, puedo asegurar sin temor a
equivocarme, que esa historia no volverá a repetirse bajo
ningún concepto. Nunca segundas partes fueron buenas.
Os agradezco, desde lo más profundo de mi alma, ese deseo
que me habéis mostrado de verme en un escenario presentando
unos carnavales, pero la única oportunidad que podéis tener
de verme en acción, es estar atentos a que Salvador
Jaramillo, en ese su programa de cosas pasadas, ponga unos
carnavales donde aparezca el menda.
De todas formas lamento profundamente no poderos dar esa
satisfación que me pedís, por dos poderosas razones que
espero entendáis,
La primera y principal es la que os he comentado mi época
pasó y hay que dar paso a esa gente joven que viene
empujando lo suyo. Y la segunda que es tan importante como
la primera, el enorme compromiso que pondría a mi amigo
Carlos, en el improbable caso de que aceptase mi
participación como presentador de los canavales.
Algunos de esos inútiles, que me niegan el pan y la sal,
aprovechando el carguito que obstentan con cierto mando,
impedirían mi participación.
Cosa que alimenta mi ego, el saber que hay algunos ineptos,
personajillos de mediopelo, polítiquillos del tres al
cuarto, que me consideran persona importante y que hacen lo
posible y lo imposible porque desaparezca del mapa, incluido
el asunto este de escribir, que para ellos, soy una mosca
cojonera. Y lo que te rondaré morena.
Algunos de estos personajillos, polítiquillos de mediopelo,
deberían tomar ejemplo de midecisión de considerar que mi
época, como presentador, ya ha pasado y que hay que darle
paso a la gente joven que viene empujando.
No se preocupen no loharán,seguirán al pie del cañon, aunque
su cañon sea como el de la guerra de Gilaque no tiene
boquete, sin permitir darle paso a esa juventud que, mucho
más preparada que todos los viejos carcamales, solicita el
lugar que por juventud y preparación le corresponde.
Y ni te cuento, morena del alma, la de caretas que van a
caer cuando se queme la caballa. Algunas de ellas se caerán
sólo con quitarles la gomita.
¡Será por caras y caretas!
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