Pasaron las fiestas navideñas y
caminamos, con paso firme, hacia los carnavales.
Unos carnavales que, por esas cosas que tiene la vida y por
el desconocimiento de uno que quiso ser el niño en el
bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro, han
venido a menos y, hoy día, no son ni sombra de lo que
fueron. Una pena pero es así.
Y que conste que tanto las comparsas como las chirigotas que
se presentan, al concurso de los carnavales ceutíes, ponen
todo sus esfuerzos y conocimientos en darle, de nuevo, vida
a nuestros carnavales.
Ojalá consigan, con esas ganas enormes y el bien hacer que
viene demostrando, levantar el carnaval ceutí, elevarlo y
ponerlo a la misma, altura que dejamos todos aquellos que
los iniciamos entregándonos en cuerpo y alma a conseguirlo.
Y si puede ser superarlos. En vuestras manos está el
conseguirlo
Trabajo les va a costar, a todos ellos, volver a levantar
esos carnavales que con un desconocimiento enorme, sobre los
mismos, alguien los enterró cuando a mayor altura se
encontraban.
Y es que, en esta vida que nos ha tocado vivir, aparecieron
con la llegada de la democracia, muchos personajillos que
sin tener ni... idea, consiguieron alcanzar un puestecito
desde el cual ordenaban y mandaban.
No crean que, con el paso del tiempo, la cosa ha cambiado
mucho puesto que, para desgracia de los pueblos de España,
siguen mandando algunos personajillos que, a igual que
aquellos de los primeros tiempos de la democracia, siguen
sin tener ni... idea de que va el asunto.
No sólo el asunto de los carnavales, sino de todos los
asuntos, porque carecen de la preparación adecuada para
ocupar puestecitos de mando, pero el “dedatil” fiel a las
consignas recibidas, sigue haciendo de las suyas y dándole
puestecitos a toda esa fauna de inútiles que rodean, al
personaje que le gusta que, todo el día le estén dorando la
pildora. Aunque como bien decía la sabia de mi abuela, “con
quien te vi te comparé”.
La verdad es que, tampoco hay mucha diferencia entre los
pelotas y lameculos de turno del que puede disponer de darle
el puestecito por el movimiento de su “dedatil”.
No estába en mi intención tocar, hoy, el tema de los
carnavales pero una frase dicha por una chica empleada de
una confitería,el pasado domingo, cuando iba a efectuar mis
habituales compras domingueras, me han llevado a ello, ya
que esa frase me hizo volver a tiempos pasados y esos
tiempos, como las aguas pasadas no mueven molinos, pero es
bonito recordarlos y, máxime,si han dejado huellas,
imborrables, en nuestros ser.
Las chicas, empleadas de la confitería, hablaban entre ellas
de los próximos carnavales cuando hice mi entrada y una de
ellas, dijo: ”estos ya no sonlos carnavales de antes, cuando
este hombre presentaba” “¡Habrá presentado carnavales este
hombre!”.
Llevaban razón las chicas, pero son épocas diferentes y
formas diferentes de hacer las cosas. Cierto que tuve la
suerte de ser pionero de los carnavales, como tantos otros
que aportaron todo su saber a elevar unas fiestas que antaño
tuvieron un gran éxito en Ceuta.
Pocos son los que quedan, al pie del cañón, de todos
aquellos que fuimos pioneros de nuestros carnavales.
Unos porque fuimos eliminados por un ignorante, sin saber
que, jamás, hubiésemos trabajo con él puesto que, después,
de tantos años habíamos decidido hacer un alto en el camino.
Otros porque se les aburrió, de tal forma, que prefirieron
pasar a un segundo plano antes de tener que soportar las
directrices que se permitía dar, sobre el asunto, quien no
tenía ni ... idea de que iba aquello.
Creo, con toda sinceridad, que todos debemos apoyar nuestros
carnavales, una vez conseguido los más difícil ,que es
haberse mantenido a pesar de la funesta intervención, en los
mismo, del personaje en cuestión .
Se abre una nueva época y a fe de que me divierten las
actuaciones de las comparsas y chirigotas que, sin duda
alguna, cada día irán aumentando en el número de
participación en el concurso de las mismas.
Todos tenemos que poner nuestro granito de arena para que,
nuestros carnavales, vuelvan a alcanzar aquella fama que
consiguió con el esfuerzo de unos pocos que, después, fue el
esfuerzo de unos muchos. Ceuta debe de estar por encima de
cualquier personajillo del tres al cuarto.
Los carnavales son criticas cantadas de todo cuanto, los
componentes de las comparsas y chirigotas, creen que está
mal en nuestra tierra.
Difícil papeleta para los letristas que tienen que darle
vueltas a la cabeza, para conseguir hacer de sus letras esas
criticas.
hay, por supuesto, a quienes nos les gustan las criticas que
se les hacen con las coplas de los carnavales.
Para todos ellos, para los que no les gustan las criticas,
recomendamos “ajo y agua”. Muy bueno para la salud mental de
todos ellos y un golpecito de un buen escocés que es mano de
santo.
|