José Luis Torres, el nuevo comisario de la Jefatura Superior
del Cuerpo Nacional de Policía, tomó ayer posesión de su
cargo en un acto que tuvo lugar en la Delegación del
Gobierno en Ceuta. En su primera intervención ante los
medios de comunicación, el comisario hizo públicos sus
objetivos ante el nuevo reto que se le presenta: “esta
ciudad, bañada por dos aguas, conocida como ‘La perla del
Mediterráneo’ es un ejemplo de lo que hoy se dice alianza de
civilizaciones pues en ella conviven cuatro culturas
diferentes en perfecta armonía y es misión constitucional
del Cuerpo Nacional de Policía garantizar el libre ejercicio
de derechos y libertades y el mantenimiento de la seguridad
ciudadana de tal manera que esa convivencia sea pacífica y
democrática”.
La seguridad pública no es exclusiva de los cuerpos y
fuerzas de seguridad, dijo el comisario, “sino que nos
implica a todos”. Sobre este mismo tema, el delegado del
Gobierno, Jerónimo Nieto, dijo que: “la seguridad es uno de
los soportes sobre los que se asienta nuestro Estado del
Bienestar” y que es una tarea que exige la colaboración con
la Fiscalía y la Judicatura.
Torres mostró su voluntad de diálogo con todas las
asociaciones de vecinos, gremios, sindicatos y entidades
sociales representativas y señaló que las actuaciones en
materia de delincuencia organizada pasan por: “potenciar las
unidades de droga y crimen organizado, la unidad de lucha
contra las redes de inmigración ilegal, promover las
investigaciones patrimoniales para luchar contra las
actividades de blanqueo e incrementar la cooperación
internacional y con nuestro cuerpo hermano, la Guardia
Civil”.
Transparencia
Una de las claves de su gestión va a ser la transparencia de
las actuaciones del Cuerpo Nacional de Policía motivo por el
cual expresó su voluntad de mantener una buena relación con
los medios: “siempre por el cauce reglamentario y con la
reserva propia de la investigación policial, el secreto de
sumario y las disposiciones de jueces y fiscales”.
El comisario Torres dijo también que estaba dispuesto a
colaborar con los sindicatos policiales y que confiaba en
obtener su apoyo porque “están implicados en la mejora de
los puestos de trabajo de los funcionarios a los que
representan, a mí incluido, y en el mantenimiento de ese
clima de trabajo idóneo para la consecución de los retos que
un cuerpo como el nuestro se haya planteado ante una
sociedad moderna”.
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Las amenazas del Estado de Derecho
Para el jefe superior de la
Policía Nacional, el terrorismo y la delincuencia organizada
son las principales amenazas contra el Estado de Derecho y
la convivencia pacífica. En cuanto a la primera, “todos los
ciudadanos debemos estar vigilantes para evitar conductas o
comportamientos extremistas, por lo que utilizando los
canales de participación ciudadana abiertos ruego que
cualquier sospecha en ese sentido sea puesta en conocimiento
de los cuerpos y fuerzas de seguridad”. En cuanto a la
segunda de ellas, son manifestaciones importantes a combatir
“las organizaciones de drogas, las de tráfico de seres
humanos y el blanqueo de capitales procedentes de dichas
actividades y para combatirlas es necesaria la colaboración
de toda la sociedad”.
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