Ya sea en el filo de la navaja o con la soga -acéptese
también el agua- al cuello, lo cierto es que la Asociación
Deportiva Ceuta no ha dejado de coquetear con la zona
caliente de la tabla desde que arrancó la Liga en el grupo
IV de Segunda B. El equipo caballa, que ha estado
deambulando entre el infierno y el purgatorio una semana sí
y otra también, ocupa la decimoquinta posición con 26 puntos
en su haber, sólo tres por encima de la promoción y el
descenso directo a Tercera. Y es que los de Ramón María
Calderé, cuando ya se han disputado veintidós jornadas,
parecen haberse acostumbrado a vivir peligrosamente. Tanto
es así que el conjunto blanco nunca se ha distanciado a más
de cuatro puntos de la decimoséptima casilla, la primera que
certificará la pérdida de la categoría al final de la
temporada. Fue en la todavía reciente decimonovena jornada
cuando el Ceuta, después de asaltar el feudo del Díter Zafra
(0-1), adquirió una renta de cuatro puntos respecto al
descenso y de tres puntos sobre la promoción.
A excepción de dos jornadas, la AD Ceuta siempre estuvo
fuera de los puestos de descenso, aunque su idilio con el
riesgo no ha llegado a desvanecerse: durante cuatro
jornadas, en las que no llegó a ocupar tan indeseable
posición, atesoró los mismos dígitos de quienes sí
ostentaban tan dudoso privilegio; también pasó la friolera
de siete semanas con un solo punto de ventaja sobre el
decimoséptimo clasificado; afrontó tres encuentros con dos
puntos por encima del descenso; y ha estado alejado a tres
puntos durante cinco jornadas. Los números en lo relativo a
la promoción vienen a ser bien parecidos, aunque la
proximidad, como es lógico, se antoja más acentuada. La
mayor diferencia que se ha cobrado el Ceuta respecto a la
promoción ha sido de tres puntos, una mínima brecha de la
que sólo pudo disfrutar durante tres jornadas. También se
mantuvo seis semanas a dos puntos de la promoción, otras
cuatro jornadas a sólo un punto y durante cinco fuera de
peligro pero con los mismos puntos que el equipo que se
juega la permanencia a una eliminatoria. Incluso, los de
Calderé llegaron a ocupar la decimosexta plaza en dos
ocasiones: en la cuarta jornada, después de sucumbir en
Águilas (2-0), y en la decimocuarta, tras sellar las tablas
en Baza (1-1).
El panorama tampoco pinta favorable a los intereses de la
Asociación si atendemos a la posición que ha venido ocupando
en la tabla a lo largo de la temporada. El conjunto blanco
ha estado oscilando entre la decimocuarta y la decimoquinta
plaza, ubicaciones que ha copado en siete ocasiones en cada
caso. Encaró dos citas desde la decimotercera casilla, una
desde la duodécima y otra desde la octava, sus mejores
posiciones. No obstante, el Ceuta también tuvo que saltar al
campo ocupando el decimosexto puesto -el de la promoción-
por dos veces, y el decimoséptimo -de descenso- en otras dos
oportunidades.
El peor momento que atravesó la AD Ceuta esta campaña se
precipitó a raíz de la decimocuarta jornada, allá por el
pasado 27 de noviembre. El cuadro caballa empató en su
visita a Baza (1-1) y saboreó por segunda vez el amargo
sabor de la promoción. No obstante, aún no había tocado
fondo. A la semana siguiente, los de Calderé igualaron con
el Alcalá en el Murube (0-0) y se colaron por primera vez en
el pozo del descenso: la AD Ceuta ocupaba la decimoséptima
plaza con 15 puntos en su haber, uno menos que el Baza -en
promoción- y dos menos que el Badajoz -decimoquinto y a
salvo-. En la jornada 16, el equipo blanco se mantuvo en
idéntica posición tras sellar las tablas en Algeciras (0-0)
y no fue hasta el último partido de 2005 cuando el Ceuta
consiguió abandonar el infierno, merced a un balsámico
triunfo sobre el Conquense (2-0). Desde entonces, la soga
que exprime el cuello del Ceuta se aflojado, aunque debe
empezar a sumar de tres en tres para deshacerse totalmente
de esta presión si no quiere acabar ahorcado. Y es que el
que anda con fuego...
La salvación se cifra en 45,5 puntos
Aunque el primer objetivo del Ceuta para la presente
temporada pasaba por clasificarse para la fase de ascenso,
cuando aún restan dieciséis jornadas para la conclusión del
campeonato ya hay quien recurre a las matemáticas para
calcular en qué puntuación se puede tasar la permanencia. Si
tomamos como referencia las últimas ocho temporadas en la
categoría, desde que la AD Ceuta recibe este nombre, la
salvación se ha cifrado entre los 43 y los 48 puntos.
En la 1998/99 el Écija salvó el pellejo con 47 puntos y al
año siguiente hizo lo propio con 43. Ya en la 2001/02, el
Mallorca B acabó decimoquinto con 43 puntos, un logro que
repitieron Betis B con 45 (2002/03), Marbella con 47
(2003/04) y Alcalá con 48 (2004/05). La media se queda en
45,5 puntos, la suma que debe conseguir la AD Ceuta para
evitar la Tercera División. Los de Calderé, que atesoran 26
puntos en 22 encuentros, necesitan otros 19,5 puntos para
igualar esta cantidad, una cifra que bien podría saldarse
con seis victorias y dos empates en lo que resta de Liga.
Esta estadística orientativa no resulta del todo fiable,
sobre todo, si tenemos en cuenta que la progresión del
cuadro caballa está siendo insuficiente para coronar esta
meta. En los veintidós partidos que ha disputado, el Ceuta
ha cosechado 26 puntos, de manera que se ha embolsado una
media de 1,18 puntos por partido. Si multiplicamos este
número por las 38 jornadas que componen la competición, el
conjunto blanco acabaría con 44,90 puntos, un parámetro
inferior al establecido, a priori, para la salvación.
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Competición no levanta la segunda amarilla a Herrera
Diego Gastón Herrera no podrá ser
de la partida ante el Águilas. El Comité de Competición ha
ratificado el partido de suspensión, por doble amonestación
y consiguiente expulsión en el desplazamiento a Mérida, que
pesaba sobre el delantero argentino. El principal candidato
para sustituir en la vanguardia al último fichaje de la AD
Ceuta es Moisés. Sin embargo, el canario tuvo que retirarse
ayer del entrenamiento tras notar un pequeño pinchazo en la
parte posterior de su muslo izquierdo. En principio, parece
una pequeña contractura y deberá estar a disposición de
Calderé para alinearlo este domingo. En el supuesto de que
las molestias de Moisés fueran algo más que un susto, el
técnico catalán tendría pocas opciones para confeccionar la
delantera del conjunto caballa. ¿Quiénes serían los elegidos
para acompañar a David Franch? Miguel y Antonio Prieto, sin
duda, los mejor situados.
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