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OPINIÓN - MIÉRCOLES 8 DE FEBRERO DE 2006

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

No tengo nada, en absoluto, contra la ley del tabaco, a pesar de haber sido un fumador empedernido.

Es más considero que fumar es malo, por lo que desde aquí y desde ya , ruego que dejen de fumar y verán como haciéndolo se encuentran mucho mejor, incluso a la hora de subir las cuestas donde parece que le falta a uno la repiración y desea, con todas sus fuerzas, que acabe la cuestecita de marras de una vez por todas.

Lo que no soporto, porque no lo he soportado, me da la sensación nada extraña, desde la primera vez que abrí estospeazo de ojos que no se pueden aguantar de bonitos que son a este asqueroso mundo, es que las cosas se me impongan. No admito imposiciones de nada ni de nadie.

Pero no creo que sea, solamente, un defecto mio sino que es un defecto generalizado en todos los españoles que, siempre, harémos los contrario de lo que se nos trate de imponer, aunque esa imposición vaya en beneficio nuestro.

No entender esto, es no tener un mínimo conocimiento de como es o como piensa el pueblo español.

El pueblo español o sea los españoles de España, incluidos esos cuatro cuentistas que dicen no sentirse españoles, somos gentes de gran nobleza, convirtiéndo esa nobleza en rebeldía, cuando se nos quiere imponer algo, que aunque nos favorezca vaya contra nuestra voluntad o nuestras tradiciones y forma de vivir.

Puede que algunos nos considern reiterativos, pero volvemos a decir, que no tener ese elemental conocimiento del pueblo español es no conocerlo. Y si se desconoce como es y como piensa ese pueblo, difícil será poder gobernarlo.

Como ese no es mi problema, allá cada quisqui con el suyo, entre los que se encuentra el conocer como es el pueblo español y, sobre todo, como reaciona antes lo que se le quiere imponer.

Que error, que gran error, que diría de la Cierva, tratar de imponer algo a los españoles.

Viene todo esto a cuenta de la ley antitabaco que, a pesar de todo lo que nos cuentan delgran efecto que está teniendo e incluso que se nos diga que, al final de año, habrá medio millón menos de fumadores servidor, con perdón, no ve tan claro las cosas por razonamientos lógicos.

Si es verdad, todo cuanto dicen, y la ley antitabaco está obsteniendo ese gran éxito, porqué razón la señora ministra de Sanidad dice que se le está acabando la paciencia e insinúa que puede sacar otra ley que prohiba fumar en los bares y que premiará a los “sin humos”.

Sería una contradición si las cosas, tal y como dicen, con la Ley antitabaco, está obsteniendo un éxito, el tener que sacar otra ley.

Uno en su desconocimiento piensa, perdón por pensar que eso es cosa exclusiva de las grandes lumbreras de mi pueblo, que si se saca otra ley más fuerte que la anterior, es sencillamente, porque la anterior está siendo un auténtico fracaso.

La señora ministra, con eldebido respeto, ha dicho una frase, que me recuerda mucho a mi madre, cuando hacíamos algo que no estába bien y alegaba que se le estába acabando “ la pacencia”. La frase dicha por mi madre nos producía cierto temor, ante el inevitable castigo que se nos venía encima.

Claro que madre nada más que hay una y a usted, señora ministra, la encontré en el ministerior, con lo cual hay una enorme diferencia entre el castigo que me podría poner misanta madre, que tendríamos que cumplir sin rechistar y el que, usted, si se le acaba la paciencia nos podría poner al que, por supuesto, no le haríamos ni puñetero caso.

Entre otras cosas, porque ya somos una jartá de mayorcito para que alguien, a la que llevamos ua jartá de años de ventaja, nos tome por niños pequeños a los que hay que castigar por ser malos.

La Ministra de Sanidad, Elena Salgado, en un programa televisivo soltó esta advertencía “Si en un año, a pesar de que sólo un 25% de la población fuma, la mayoría de los espacios pequeños, que son los únicos existentes en muchas localidades, continúan dejando fumar, tendrémos que dar un paso mas allá”

Esto lo dijo, en el progrma televisivo, por la mañana, pero a pregunta de la agencia EFE sobre sus palabras, la señora ministra, por la tarde, matizó “Vamos a estudiar medidas que incentiven los locales sin humos, pero no de prohibición”.

Así, de esta manera, no hay forma de aclararse. La ministra dice una cosa por la mañana y otra por la tarde. ¿En qué quedamos, señora ministra. sacámos otra ley más dura contra esos locales qué permiten fumar o déjamos las cosas tal y como estan?. Ustede decide.

Ahora, eso sí, no nos diga que se le está acabando la paciencia porque, hay ocasiones en las que para no meter la patita, hay que tener más paciencia que Job.

Quiere un consejo, para acabar con el tabaco, prohiba su venta en todo el territorio nacional y mande quemar todas las plantaciones de tabaco.

Serán muchos cientos de miles los que irán al paro y, así, no perderá la paciencia.
 

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