Julio Ríos nació en la barriada de San José pero, desde hace
cincuenta años, es uno de los más de 1.500 ceutíes que viven
en Barcelona y alrededores. A pesar de la distancia, siempre
ha estado muy vinculado a su ciudad ya que es miembro activo
de la Casa de Ceuta en Barcelona desde 1987 y fue presidente
de la misma entre 1993 y 2000. Su buen hacer dentro del
mundo cultural y asociacionista le ha servido para obtener
cierta relevancia en la vida social catalana aunque,
recalca, “se trata de puestos totalmente altruistas que nada
tienen que ver con la política o el funcionariado”.
Desde hace varios meses forma parte del Consejo Ciudadano de
Barcelona y del Consejo de Cultura Popular y Tradicional de
la Generalitat catalana con sede en la Ciudad Condal. En
ambos organismos, figura como presidente de la Federación de
Casas Regionales con sede en Cataluña, un colectivo del que
forman parte 25 casas. Además, se da la circunstancia de que
es la primera vez que el Consejo de Cultura Popular cuenta
con un miembro representante de las casas regionales
instaladas en Cataluña.
Su cometido en dichos organismos es mostrar la opinión de la
ciudadanía catalana en aquellos aspectos que más le
conciernen así como coordinar las actividades que se llevan
a cabo en los distintos colectivos sociales y culturales.
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