Los ancianos del Centro de Día de Pensionistas que ayer
visitó en Melilla el presidente del Gobierno, José Luis
Rodríguez Zapatero, le explicaron las dificultades para
llegar a fin de mes por la carestía de la vida, aunque
reconocieron que él \"tiene problemas más importantes, como
el Estatut\". Durante su recorrido por este centro, en el
que estuvo acompañado de los ministros de Administraciones
Públicas, Jordi Sevilla, y Sanidad, Elena Salgado, el jefe
del Ejecutivo conoció los talleres de informática, pintura y
manualidades que allí se desarrollan. Tras saludar con un
\"muy buenas, por favor no se levanten\", se interesó
personalmente por cada uno de los venerables alumnos, a
quienes habló de la longevidad de sus dos abuelas, que
-dijo- superaron los cien años.
Allí, una de las mujeres del taller de informática aprovechó
la visita para escribir en la pantalla de su ordenador, no
sin salero, acerca de \"los problemas que tenemos los
jubilados para llegar a fin de mes con la pensión\", lo que
suscitó la atención del presidente, quien leyó el escrito de
la señora y no pudo reprimir una carcajada ante la mención
del Estatuto catalán. También se interesó Zapatero por las
máscaras de carnaval que elaboraban los pensionistas,
quienes regalaron al presidente un marca-páginas y un cuadro
al óleo que plasmaba un bosque otoñal. Con nervios, timidez
e incluso un fuerte llanto de emoción recibieron los
jubilados melillenses al jefe del Ejecutivo, quien ante las
lágrimas de dos mujeres con discapacidad no pudo sino pedir:
\"Que sean de alegría, ¿eh?\".
Tras visitar los talleres, Zapatero bajó al comedor y sala
de ocio del Centro, donde bastante más animadas las señoras
se daban codazos para asegurarse un buen sitio y una de
ellas dijo a Efe: \"Estamos locas por verlo, es lo más guapo
que ha parido madre, con esos ojos azules, y si le sacan
defectos es todo por envidia\". \"¡Pero qué alto es!\",
exclamaban otras, mientras el presidente recibía besos,
achuchones e incluso caricias en la mejilla.
Además, los responsables de las instalaciones obsequiaron al
jefe del Ejecutivo con una maqueta del nuevo Centro de
Mayores que el Gobierno va a construir en Melilla y le
instaron a que la coloque en su despacho en La Moncloa.
Visita al CETI
El presidente del Gobierno también visitó el Centro de
Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla entre aplausos
de los ochocientos extranjeros que allí residen, quienes
aprovecharon para reclamarle \"papeles\" con el fin de
regularizar su situación en España. Zapatero, quien en la
declaración que realizó tras su entrevista con el presidente
melillense, Juan José Imbroda, ya había abordado el problema
de la inmigración, recorrió las instalaciones del centro
acompañado de los ministros de Administraciones Públicas,
Jordi Sevilla, y Sanidad, Elena Salgado.
Tras acceder en coche al recinto, muy próximo a la valla
fronteriza con Marruecos donde se registraron las avalanchas
de inmigrantes del pasado año, Zapatero saludó al director
del CETI y a representantes de las ONGs que allí colaboran,
entre ellas Cruz Roja, Cáritas y Melilla Acoge.
El jefe del Ejecutivo escuchó allí los primeros aplausos de
los inmigrantes, a muchos de los cuales saludó personalmente
mientras otros proferían sonoros gritos o hacían sonar un
silbato para llamar su atención y coreaban las palabras
\"residencia\" y \"papeles, por favor\".
También se interesó por los niños subsaharianos que, en
brazos de sus madres, seguían perplejos el alboroto
provocado por la visita del presidente del Gobierno, quien
recorrió dependencias como la enfermería y la que será la
guardería del centro.
Hubo, incluso, algún inmigrante que aprovechó para
inmortalizar el momento con la cámara de su teléfono móvil.
Los aplausos y saludos en medio de aglomeraciones se
repitieron cuando Zapatero abandonó el CETI para dirigirse a
la Delegación del Gobierno, donde se reunió con
representantes de las cuatro confesiones que conviven en
Melilla: cristiana, musulmana, judía e hindú.
Una reunión que, inicialmente, no estaba prevista en la
agenda del jefe del Ejecutivo durante su estancia en la
Ciudad Autónoma.
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