Victorio Cámara, actual portavoz de la Unión Federal de
Policía (UFP), considera que la “persecución” a la que se ha
sometido a Moya y Oliva se debe, exclusivamente, a que “son
reivindicativos con los asuntos laborales de la Policía”.
Ambos policías han sido expedientados y trasladados desde el
SAF (Servicio de Atención a la Familia) a otro área debido a
que su actividad sindical “generaba tensión en el grupo”,
según les comunicaron sus superiores.
UFP presentó una denuncia hace dos años por motivos
similares y “al final se demostró que no había fundamento en
las acusaciones contra el sindicato”. El pasado viernes se
presentó una nueva denuncia en el juzgado ya que tanto Moya
como Oliva consideran que su alejamiento del SAF no está
justificado.
Cámara, que ha quedado como portavoz de UFP ya que Oliva y
Moya están de baja laboral, espera que “las aguas vuelvan a
su cauce, que haya diálogo y que las cosas se solucionen de
la mejor manera”.
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