El incendio provocado del mausoleo de la mezquita de Sidi
Embarek, en la madrugada del lunes, no ha dejado indiferente
a nadie. La quema del ‘morabito’ ha despertado las críticas
de la población ceutí que se muestra indignada ante el
ataque a un símbolo religioso. Por ahora, todas las cartas
están sobre la mesa, pero la garrafa de gasolina que
apareció en el exterior del mausoleo es la prueba que más se
baraja. Desde hace tres días, la Policía Local investiga la
autoría del delito, pero mantiene el hermetismo ante el
asunto.
Tal como apunta el responsable del cementerio, Abdeselam
Mohamed, “la situación continúa como hace una semana. Sigue
la incógnita sobre quién ha sido, pero todo el mundo
pregunta”.En su opinión, “es un acto vandálico que atenta
contra toda norma de convivencia”. La mezquita recibe
“muchísimas visitas y los vecinos tienen un cariño muy
especial” al santuario. “No se puede jugar con los valores
religiosos”, lamenta .
Obras en marcha
Las obras de restauración ya están en marcha. La ejecución
del proyecto patrimonial se desarrolla desde hace tres días,
pero aún no hay información sobre la dotación presupuestaria
ni de la duración prevista. “Un tiempo largo, por lo menos,
un mes”, asegura Mohamed.
Los daños afectaron a la estructura interior en general:
lámparas, alfombras, ventanas, mobiliario, puerta exterior y
el doble de techo de escayola, pero la decoración histórica
de la cúpula resultó la zona “más dañada”. Hasta el momento,
se han realizado labores de limpieza; se han quitado los
viejos azulejos y se ha puesto un doble techo de escayola
porque el que había, está dañado. Después, la empresa
encargada picará las paredes y levantará los suelos.
A pesar de la rápida actuación de la Ciudad Autónoma para
preservar el espacio religioso, Mohamed insiste en que “más
ha dolido el daño moral que la perdida material”.
Mayor amparo jurídico
La asociación Septem Nostra también se ha querido sumar a
las protesta social. Tal como explica su presidente, José
Manuel Pérez, “ha llegado el momento de proteger” la
mezquita y otorgarle un mayor amparo jurídico, equitativo al
de Sidi Ibrahim, es decir una protección integral que le
permita ser declarado Bien de Interés Cultural porque, hasta
el momento, “sólo se amparan las características generales
del edificio”. Pérez insta a la inclusión de Sidi Embarek
dentro del Nivel 1, su interés arquitectónico es
“incuestionable”.
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“La Ciudad siembra tolerancia religiosa”
La consejera de Cultura, Mabel Deu,
ha resaltado el trabajo que “siempre” ha mantenido la
Consejería para “fomentar el respeto de las tradiciones de
los inmuebles y los valores patrimoniales” de la Ciudad
Autónoma. Su objetivo pasa por “intentar sembrar tolerancia
entre las distintas identidades culturales de Ceuta, por lo
que recrimina “totalmente” los hechos.
Deu asegura que, en su competencia cultural, va a valorar
los daños causados; “aunque está claro que la reparación
económica no va a paliar la perdida, porque el valor
sentimental y tradicional no tiene comparación y nunca se
podrá compensar”. Aún así, matiza que, en la medida de sus
posibilidades, “se intentará” restituir todo el desperfecto
ocasionado por el fuego en el inmueble.
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