El Día de Ceuta en FITUR no sólo se compuso ayer de firma de
convenios y la presentación de un nuevo helicóptero. Los
canapés, las copas de vino y las charlas informales
mantenidas hasta bien entrada la sobremesa resultaron tan o
más importantes que el propio contenido institucional de la
jornada.
La llegada del presidente Vivas, a media mañana, atrajo a
una destacada representación de empresarios, tanto ceutíes
como de las localidades cercanas, así como políticos de
similares orígenes. La rúbrica de los acuerdos y la anterior
presentación social del Agusta W 139 dieron paso a unas
palabras de José Antonio Rodríguez Gómez, viceconsejero de
Turismo, y otro discurso del presidente Vivas, en el que el
máximo responsable de la asamblea planteó las líneas de
actuación de Ceuta en materia de Turismo y su importancia en
la economía ceutí, una trascendencia que crece conforme
pasan los años.
Al discurso se acercaron ya algunas personalidades como, por
ejemplo, Álvarez del Manzano, el actual presidente de IFEMA,
o el ministro de Exteriores del Gobierno de Dubai, Saleh
Mohamed Al Geziry y otros políticos como los alcaldes de La
Línea y Barbate, el máximo responsable de Turismo de la
Ciudad Autónoma de Melilla o dos concejales del grupo
Popular del ayuntamiento de Algeciras. Además, varios de los
empresarios de más alto nivel de la ciudad tampoco quisieron
perderse el Día de Ceuta y se acercaron para conocer, de
primera mano, las actuaciones que la delegación ceutí estaba
llevando a cabo en materia de Turismo.
Tras las palabras oficiales y los saludos protocolarios
llegaron los canapés, el vino y las charlas más o menos
informales, más o menos con intención, en el espacio
“sencillo, abierto y acogedor” que ayer se quedó del todo
pequeño. Durante tres horas, los camareros contratados por
Ceuta para la ocasión no dieron abasto para sacar y repartir
de la cocina los sabrosos productos, cuidadosamente
elaborados, y todo tipo de vinos y bebidas que los
acompañaban perfectamente. En el expositor, una gran marea
de personas trajeadas pero también de visitantes anónimos
atacaba las bandejas y daban más y más trabajo a los
hosteleros. Todo sin olvidar a un grupo de vikingos, con
casco y armadura sobre el cuerpo, que dejaron a un lado su
tradicional cerveza para disfrutar de las exquisiteces del
catering ceutí.
También fue ayer el stand de Ceuta víctima de los
“profesionales de las ferias”. A lo largo de la mañana,
decenas de personas se acercaron a las azafatas, bolsa en
mano, para recabar todo tipo de folletos sobre Ceuta,
insignias, pósteres, bolígrafos e, incluso, deuvedés, como
solicitaba atentamente un hombre ya entrado en años. Tras la
difícil y estresante hora de la comida, la situación se
tranquilizó en el expositor ceutí y sólo los políticos y
algunos empresarios ocuparon las sillas y mesas del stand
para, en torno a sus bebidas preferidas, hablar sobre lo
acontecido ayer y lo que, tras este encuentro en FITUR,
ocurrirá en el futuro.
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