Decía la sabia de mi abuela, que
cuando el demonio no tenía nada que hacer mataba moscas con
el rabo.
Una vez más le tengo que dar la razón a esta bendita mujer,
pues cuando uno no tienenada que hacer, no se dedica a matar
moscas con el rabo porque ni tiene rabo ni es demonio, pero
se dedica a algo que carece de importancia.
Mismamente, el pasado domingo, estando más aburridoque una
ostra me puse a ver fotografías de mis años mozos.
Oiga, no es por nada, pero he cambiado una jartá aunque
tengo que reconcer, porque es así, que sigo manteniéndo éste
peazo de cuerpo danone que no se pue aguantá.
Cansado de verme tan joven y tan guapo, me pongo a buscar
periódicos y revistas antigüas,de esas que compran las
señoras y que ningún caballero lee pero se saben de memoria
los critiqueos que dicen en las mismas, para hacer una
limpieza de todas ellas, tirando los más atrasados.
Mientras hago semejante cosa, voy mirando las fotografías
que hay en cada uno de ellos y, la verdad, si la cara es el
espejo del alma, algunos gachés, cuando los van a
fotografiar, deberían volverse de espaldas, porque vaya cara
que tienen en las fotografias.
Con las máquinas de fotografiar que hay, en estos momentos,
todo modernidad y donde uno se puede ver reflejado antes de
lanzar la fotorgrafía al papel. Estos gachés deberían, en un
alarde de facultades,. verlas antes de dejar que salgan
impresas en los periódicos o en las revistas evitandose, con
ello, poner las caritas que ponen y que son un poema.
Cara de pocos amigos, cara de mala leche o como decía la
sabia de mí abuela cara de estar oliendo, todo el día, a
cagajones.
De verdad de la buena, no sé cómo estos gachés se dejan
fotografiar y aparecer, en los medios escritos, con esas
caritas que dan asco de verlas.
Hay que cuidar el asunto y poner buena cara, que una imagen
vale más que mil palabras. Y, por cierto, la cámara no
engaña, cada quisqui sale como es y con la cara que tiene.
La cámara nunca miente y es fiel reflejo de lo que capta,
cada vez que uno le pega ungolpecito a un botoncito que hace
que salga una lucecita.
Cómo se puede ir con esa cara por la vida, que va
despidiendo a todo el personal que se acerca a verlos.
Por cierto, uno de los que vio a determinado gaché, con esa
carita que le ha dado Dios y con la que sale en las fotosque
le hacen, está ingresado del susto que se llevó y no se sabe
cuando se le dará el alta, porque se pasa el dia dicendo,
”mamá, susto”. Manda... la cosas
Oiga, esto es meterme donde no me llaman, allá cada quisqui
con la cara que tenga, pero los asesores deberían aconsejar
a estos gachés a poner otra carita cuando vayan a ser
fotografiados, antes de quelas madres para asustar a los
niños vayan y digan “como no te duermas, te enseño la foto
de...”
Seguro que el chaval se duerme, porque una de esas caras que
tienen en cualquier foto estos gachés, dan mucho más miedo,
a los niños que decirles que viene el coco.
Voy metiéndo periódicos, una vez vistas las correspondientes
fotos, en una de las bolsas del supermercado, que son para
lo que valen esas bolsas, para meter periódicos viejos,
revistas y basura que, después, se tienen que tirar.
En algunas de las fotografías, de estos gachés, meparo para
verlas una vez más y contemplar las caritas de asco que
tienen los personajes encuestión.
Y es lo que decía mí abuela, “el que nace gordo y barrigón,
muere gordo y barrigón·”.
Y es lo mismo que aplica servidor a estos gachés de las
fotografías. El que nace con esa carita de mala leche o de
estar oliendo a cagajones todoel día, se muere con la misma
carita porque le es, imposible, cambiarla por más esfuerzos
que haga.
Cada quisqui es como es y no hay más cera que la que arde.
Y, no hay duda alguna que, la cara es el espejo del alma.
Ni te cuento, serrana de mi vida, el alma que tienen que
tener estos gachés. Miedo me dan con sólo mirar las
fotografías. Imaginate el terror que tienen que producir, en
el personal, viéndolos personalmente y en persona.
Como no tengo nada mejorque hacer, he creado una empresa de
asesorar al personal, que lo necesite, en la forma de
sentarse, en como tienen que hablar y, sobre todo, en la
carita que tienen que poner ,cada vez, que le hagan una foto
para cualquier revista o periódico.
Oiga, amigo guardia, que esas cosas son muy importantes,
para poder ir por la vida representando algún puetecito.
Que ya lo dijo aquel y lo hemos repetido todos, en
innumerables ocasasioes, una imagen vale más que mil
palabras
Y ya me contara, usted, con esas caritas que ponen los
gachés en las fotos, quién o quiénes son los guapos que se
pueden fiar de alguno de esos gachés, cuya vista produce
repelucos y ganas de vomitar.
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