Veintiseis años después un
presidente del Gobierno de nuestra nación visitará
oficialmente, como tal, Ceuta. Adolfo Suárez llegó hasta
nuestra ciudad en un helicóptero de las Fuerzas Armadas y
aterrizó en el helipuerto militar de Loma Margarita para
recorrer el centro, visitar su Ayuntamiento, entrevistarse
con los responsables de la Administración local e inaugurar,
por ejemplo, la Casa del Mar. Corría el año 1980 y la
democracia acababa casi de estrenarse.
Han pasado nada menos que veintiseis años y muchas
circunstancias han concurrido para que la Ceuta que visitó
un presidente del Gobierno de España sea hoy en día muy
diferente, en todos los sentidos, a aquélla que Suárez se
encontró.
Rodríguez Zapatero ha comunicado a sus delegados de Gobierno
(lo hizo antes de ayer y lo conocieron los presidentes
autónomos de ambas ciudades) su próxima visita a Melilla
primero y a Ceuta después.
A Melilla llegará el día 30 y a Ceuta lo hará a mediodía del
martes día 31. Zapatero hará noche en Ceuta y partirá el
miércoles 1 de febrero.
El presidente del Gobierno se entrevistará con el presidente
de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas y, aunque no ha
trascendido nada respecto de su agenda, es muy probable que
visite instalaciones estatales y pasee por la ciudad para
conocer ‘in situ’ la problemática de una ciudad como Ceuta
con los esfuerzos que realiza para salir diariamente
adelante.
El hecho de la noticia, ya conocida a nivel nacional, ha
provocado no pocas reacciones. Hay medios que han titulado
“Delicada visita de Zapatero a Ceuta y Melilla”, por el
hecho de la molestia que le pueda causar a Marruecos el que
un presidente del gobierno español pise estas tierras. No
parece nada adecuado seguir empeñados en que todo lo
relacionado con Ceuta y Melilla es delicado, porque no hay
nada delicado en una visita del presidente a Málaga, Jaen u
Orihuela, todo lo demás son ganas de enredar.
|