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CULTURA - MARTES 24 DE ENERO DE 2006


LINARES. NICOL´S

INVESTIGACIÓN / ARQUEOLOGÍA
 

Un pozo del siglo XVIII y restos de una casa árabe en la calle Linares

La habitación de la vivienda arabesca está fechada en el siglo XIV e incluye veinte piezas de cerámica de la época
 

La construcción de veinte viviendas residenciales de una, dos y tres habitaciones en el solar que ocupa los números 6 y 8 de la calle Linares es la referencia más reciente de restos arqueológicos de la Ciudad Autónoma. El descubrimiento de una habitáculo del siglo XV y de un pozo del XVIII ha retrasado la nueva edificación hasta que se reanuden las obras la próxima semana.

Ambos restos se sitúan alrededor del patio de una casa típica árabe de la que no quedan muchos resquicios porque todo el lateral ha sido arrasado por un foso contemporáneo. La excavación, que comenzó hace dos semanas, ha supuesto el hallazgo de veinte fragmentos de cerámica de los siglos XIV o XV. Aún así, “todavía quedan cosas por descubrir”, asegura el arqueólogo de la excavación, Enrique Aragón.

El tipo de vivienda sigue la pauta de la casa árabe clasica, que, a su juicio, está adscrita al mismo momento histórico que las diez casas que se hallaron en Huerta Rufino : “clase media baja, en la que todas las habitaciones se sitúan alrededor del patio, modesta y sin lujos”, explica.

Estudio arqueológico

El estudio se ha dividido en dos etapas : control mecanico y sondeo manual. En la primera etapa se realizó un movimiento de tierras y se hizo una zanja que cruzaba el solar en paralelo a la calle. Así, se encontraron una serie de estructuras que se identifican con los muros hallados. Después, el ayuntamiento se hizo cargo y decidió hacer sondeos manuales; fase en la que se sitúa la excavación en esta tercera semana. sondeo exacavado manualmente. “Ahora queda estudiar los materiales y realizar un informe.

Según indica, los restos se pueden trasladar o conservar, pero “lo importante ya esta realizado”: una constatación arqueológica a través de planos, fotos y del estudio material y la puesta en relación con el planteamiento de Ceuta a nivel arqueológico. “Lo importante es conocer las piezas para montar el puzzle”, comenta.

La próxima semana se entrega el informe al ayuntamiento y será el arqueólogo municipal, Fernando Villeda, el que evalúe el peso de los restos y el que se encargue de decidir las medidas que se tomen: “si se va a levantar o se va a conservar”. Por el momento sólo se puede determinar si las piezas serán estudiadas y despues depositadas en los almacenes del museo de las Murallas Reales.

Patrimonio

Villeda empleará un mes para valorar los datos y los materiales obtenidos en la excavación. Pasado ese tiempo, hará pública la decisión sobre si se declarará patrimonio histórico de la ciudad.
 

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