Los últimos casos de gripe aviar que se han producido en
Turquía, que han elevado a 144 el número de fallecidos en
todo el mundo, han dado la voz de alarma a la comunidad
internacional que prepara ya una ofensiva mundial contra
esta enfermedad.
Más de un centenar de países y organizaciones
internacionales han decidido desembolsar más de 1.200
millones de dólares a lo largo de los tres próximos años
para dotar a los países con pocos medios de redes de
detección del virus y de intervención en caso de que se
transmita entre humanos.
En el continente africano son ya siete los países que
preparan medidas de protección ante la posibilidad de que el
virus, cuyo origen está en Asia, de el salto al continente.
Angola, Camerún, Malí, Malawi, Mozambique, Senegal y Uganda
son los únicos estados africanos que han decidido tomar
precauciones ante el riesgo de pandemia del virus H5N1, un
virus que, según el director general adjunto de la FAO,
David Harcharik, “si llegara a hacerse endémico en las zonas
rurales africanas, las consecuencias para un continente ya
devastado por el hambre y la pobreza podrían ser
catastróficas”.
En cuanto a Marruecos, continúa la prohibición de importar
animales procedentes de este país por los riesgos sanitarios
que pudiera conllevar el consumo de estos productos cárnicos
ya que no cumplen con los preceptos sanitarios considerados
válidos por las autoridades españolas. Además, por el
momento, Marruecos ni siquiera tiene un programa de medidas
destinadas a contener un posible brote de gripe aviar en el
país.
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