Era navegable cuando acabó la
construcción que iniciaron los portugueses y que acabaron
los castellanos entre los siglos XV y XVII. La defensa de
Ceuta se basaba fundamentalmente en lo inaccesible de la
Almina desde el campo exterior. El canal procuraba una mayor
seguridad a los ceutíes del neo medievo.
El Foso, con el paso de los años, se ha ido erigiendo por sí
mismo en una de las grandes señas de identidad de una
ciudad, Ceuta, que siempre se enorgulleció de sus Murallas
Reales y de su foso navegable “el único conocido en Europa”,
y en el mundo.
La navegabilidad del Foso de San Felipe o Foso Real (de las
dos maneras es conocido) ha sido, por excelencia, el paso
utilizado por el sector pesquero para acceder a los bancos
de la bahía sur o bien a la almadraba, o para ‘zurrar’
calamares. Ultimamente, el lujo de cruzar en barco por el
foso era uno de los atractivos turísticos que se ofrece en
cualquier ‘paquete’ para conocer Ceuta. En esta ciudad,
salvando ya el poco tiempo de temporales de levante que
quedan, se aproxima a pasos agigantados la primavera, será
necesario para la exígua industria turística ceutí que el
foso vuelva a ser navegable. En cualquier caso, lo que se
suponía como una actuación breve, rápida, límpia y sin más
problemas, se está convirtiendo en una de las grandes
pesadillas de los pescadores ceutíes y del único servicio
navegable turístico que exite en la ciudad.
La complicación aumenta cuando no parecen muy concretas ni
las explicaciones de lo que realmente ocurre, ni la
seguridad de que la actuación que se lleve a cabo sea la
panacea que solucione el problema.
De todos modos pese a que la draga ha funcionado, la arena
sigue sin descanso depositándose sobre el fondo de la salida
sur del foso. A poco que haya un poco de empeño más, podrá
cruzarse de un lado a otro desde Los Delfines. De seguir
así, este año no habrá nadie que se lance desde el puente
(en todo caso, esta práctica fue prohibida por su
peligrosidad, pero es que ahora sería un suicio).
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