La consejería de Gobernación modificó ayer el sentido del
tráfico rodado en una decena de calles del centro urbano
debido al inicio de las obras en la plaza de los Reyes.
Desde ayer y a lo largo de aproximadamente un año, los
ceutíes deberán acostumbrarse al nuevo sentido de las calles
y memorizar de nuevo el trayecto más corto hasta su destino.
“Cada usuario debe interiorizar el nuevo recorrido para
llegar a su casa por el camino más corto, porque la nueva
reestructuración permite el acceso a todos los puntos”,
explica el subdirector general de la policía, Antonio Martín
Vilches
En dos de las calles más próximas a la plaza de los Reyes,
Sargento Mena y la calle Real hasta la esquina con Ciudad
Trujillo, debe pasarse un pequeño tramo en dirección
contraria para acceder a los garajes, en el primer caso, y
para realizar operaciones de carga y descarga en el segundo.
Al resto de las calles puede accederse dando más o menos
rodeo, salvo los tramos tangentes a la propia plaza, que
están cortados. “Debe usarse la circunvalación al centro
urbano, que aligeran bastante el tráfico, tanto la vía que
baja de Recinto Sur paralela a la costa como la calle
Compañía del Mar”, explica Martín Vilches.
Otro problema añadido que ayudará a crear confusión entre
los viandantes es la obra de canalización que se está
realizando entre la plaza de la Maestranza e Isidoro
Martínez, que a medida que se vaya desplazando, obligará a
realizar modificaciones en el tráfico.
Para delimitar los nuevos sentidos se han colocado cerca de
20 nuevas señales de tráfico verticales y se están pintando,
aprovechando el buen tiempo, las señalizaciones amarillas
del suelo. Como única medida de excepción, un dispositivo
del 092 inició su jornada a las siete de la mañana, siendo
sustituido una hora después por los agentes de la policía
Local de Tráfico. “La mañana ha transcurrido sin incidencias
significativas. Han salido 14 agentes, como cada día, y tan
solo hemos colocado unidades fijas en algunos puntos
significativos, como el paso de peatones entre Millán Astray
y la calle Real”, concluye Antonio Martín.
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