Todo lo bueno que se haga por esta
tierra es digno del mejor de los aplausos. Pero por toda las
partes de esta tierra nuestra, sin descuidar ninguna de
ellas.
La Ciudad ha entregado a ocho barriadas las llaves de sus
polideportivos una vez finalizadas las reformas realizadas
en los mismos. Aplausos
Y uno, que es como es, se pregunta el centro de la ciudad no
se merece un polideprotivo. Porque en ese centro, aunque
algunos no lo crean, también viven chavales que disfrutarían
teniendo un polideportivo donde ir a prácticar su deporte
favorito. Vamos, digo yo.
Algunas de las grandes “lumbreras” de esta tierra, a quienes
he preguntado sobre el asunto, me han dado una contestación
que me ha dejado helado.
Desde el particular punto de vista de estas “lumbreras”, se
me ha dicho que en el centro viven los más pudientes de la
ciudad y por tanto es mejor hacer estos polideportvos en los
lugares donde la economía es menor o sea en las barriadas
que es donde viven los menospudientes ¡Toma del
frasco,Carrasco!.
Personalmente y en persona, así como si dijéramos el mundo
mundial, les voy a recomendar a todas estas “lumbreras”, se
pasen por alguna optica muy bien surtida y se compren par de
gafas con el mayor aumento posible en sus cristales.
Se den, seguidamente, una vueltecita por varias barriadas y
podrán comprobar que hay muchas personas, en el centro, que
están a la misma altura económica y,. a veces, menor que
esas barriadas. De toda hay en la viña del Señor, colegas.
Que nos parece muy bien que se entreguen todos los
polideportivos del mundo a las barriadas pero que en el
centro, de vez en cuando, se acuerden y le hagan uno por lo
menos. Si no es mucho pedir.
Y como la cosa iba de pedir, le puse dos velas al Cristo del
puente, pidiéndole que la AD Ceuta ganara en Zafra.
Oiga, amigo guardia, y ganó. Peazo milagro hizo el Cristo,
para que el Ceuta le ganara al potente equipo del Zafra.
Y encima , para mayor gloria del asunto ganamos de penalty.
Cosa por la que apostamo suceda cada domingo, ganar de
penalty , aunque no lo sea y en el último minuto.
Y es que las influencias, desde el pasado domingo frente al
Talavera, se van notando. Se pitan libres indirectos dentro
del área cosa que, al parecer, hace siglos que no se pitan
in ningún campo de España. ¡Peazo de arbitro, al que nos
apuntamos todos los domingos y días de guardar dentro y
fuera!.
Se notan, hasta tal punto, que lo que hace temporadas no
ocurría, ahora ocurre, nos pitan un penalty a nuestro favor
y fuera de casa.
Lo diga quien lo diga, los jóvenes y las jóvenas o el mundo
mundial, las nfluencias son las influencias, y esas se usan
cuando uno está en plan amiguetes. No las vamos a usar
contra el enemigo para favorecerlo.
Oiga, perdone que me meta donde nadie me llama, pero esas
influencias sólo eran para ayudar al Ceuta, al equipo de
nuestra tierra y no a nadie en particular.
Si no se usaban alegando lo del enemigo, se estába haciendo
un flaco favor al Ceuta y al pueblo de Ceuta al que, incluso
le impedimos poder disfrutar de fútbol de mayor calidad en
segunda A, gracias a que esas influencias no se movieron.
¡Cuanto te quiero, Ceuta mía!. Y a volar que lo tuyo es de
altura.
Oiga, amigo guardia, cada vez que escucho eso de : “cuanto
te quiero Ceuta mía” en boca de algunos de estos, se me
ponen los vellos de punta ante tan solemne mentira que ellos
mismos se crean para poder acallar sus conciencias aante la
realidad.
Una realidad bien distinta porque anteponen sus fobias
personales, a determinadas personas, al interés de todos los
ceutíes.
Lo que sucede es que, estode “cuanto te quiero Ceuta mía”,
lo han explotado tanto toda esta chusma, que ya nadie les
cree.
Es tanto el cariño que le tienen a esta tierra que les vio
nacer que cuanto ganaron, en ella, lo ivirtieron fura de
Ceuta. Y, aún, de esa forma siguen engañando a cuatro bobos
que llegan a crerse que es verdad que quieren a esta tierra
más que a la mare que los pario. ¡Que cachondeo, tú!.
Y, en estos momentos, como el Ceuta necesita del apoyo de
todos, hasta van al fútbol y todo, cuando nuncan han ido a
pesar de que, algunos de ello, por deferencia hacia el cargo
que ocupan, deportivamente hablando, deberían haber estado
presentes durante los encuentros celebrados en nuestro
estadio. ¡Y cuanto te quiero Ceuta mía!
Ya lo dijo aquel: “hay cariños que matan”. Por eso, por
vuestra santas y la mía, no quererlas tanto, a esta tierra
nuestra, quererla un poco menos y todos os lo agradeceremos.
No vaya a ser que de tanto como la quereis, os dé un ataque
de celos y terminéis matándola.
Os lo repito, por si sois sordos: “hay amores que matan”. Y
se acabó.
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