Reforestar es la clave del cambio. Recuperar la vegetación
autóctona de Ceuta y extender la educación medioambiental a
todos los sectores de la población son los puntos
principales propuestos por la agrupación senderista ceutí
Avisce que coordina junto a Septem Nostra las propuestas que
deben incluirse en la Agenda 21 Local.
Sobre esta base, la reforestación, se presenta este año la
oferta turística de Ceuta en la Feria de Turismo
Internacional (FITUR) que se celebra la próxima semana en
Madrid. “Una fuerte reforestación nos permitiría cambiar la
imagen visual de Ceuta, realzar lo verde y mostrar a
nuestros potenciales turistas que no todo en África tiene
que ser árido”, asegura el presidente de Avisce, Juan
Redondo.
La propuesta se incluye dentro de la Agenda 21 Local, un
amplio programa de iniciativas medioambientales que tienen
como objetivo el diseño de las directrices que, tanto el
Gobierno Autónomo como sus habitantes, deben seguir para
garantizar la sostenibilidad y el respeto a la naturaleza.
Como Ceuta no dispone de grandes extensiones de bosque sobre
las que actuar, la propuesta de reforestación se realizará
en áreas de pequeño tamaño que se encuentran ubicadas en las
inmediaciones de García Aldave y el monte Hacho. “Queremos
recuperar aquellas zonas que están perdidas o abandonadas y
crear un vivero” ha señalado la bióloga Cristina Júlbez, que
colabora con Avisce. Para este menester, se plantarían
especies vegetales autóctonas de la región Mediterránea y
del norte de África como: alcornoques, quejigos, madroños,
majuelos o acebuches. Todo ello con un mismo objetivo: hacer
de Ceuta un destino turístico atractivo por su riqueza
natural.
“Ceuta tiene poco terreno pero muy bueno, que podría
resultar de gran interés turístico si se uniese a las rutas
de senderismo que permitirían conocer mejor toda esa
vegetación”, afirma Júlbez.
Para esta bióloga, la reforestación debe ir unida a otro
tipo de iniciativas que la complementen como, por ejemplo,
la creación de refugios para la fauna ceutí, el diseño de
medidas de protección medioambiental y, sobre todo, la
educación. Cristina Júlbez estima que, en general, la gente
tiene un gran desconocimiento de la riqueza natural de Ceuta
y de cómo debe comportarse con el ecosistema: “para mí, la
educación ambiental es fundamental no sólo para los niños,
que son el futuro, sino también para los adultos”, explica.
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