El Índice de Precios al Consumo (IPC) se encaramóen 2005
hasta el 3,7%, la tasa más alta en tres años y casi el doble
de lo que había previsto el Gobierno de Rodríguez Zapatero
que había calculado una inflación del 2%, ajustándose a la
exigencias del Banco Europeo. La subida respecto a 2004 es
de medio punto.
El error de cálculo obligará a revisar los contratos que
contemplan la revisión ajustándose al IPC interanual. Este
reajuste tendrá un coste adicional para la empresa española
que habrá de abonar 2.250 millones de euros en concepto del
pago de estas cláusulas de revisión.
Según apunta CC.OO. este ajuste afectará al 75% de los
contratos en vigor con la citada cláusula. El resto deberán
sufrir la consiguiente pérdida de poder adquisitivo o
capacidad de compra. UGT apunta que durante 2005 la subida
salarial media de los trabajadores cuyos contratos no
contemplaban la revisión rondó el 3%, siete décimas menos
que el IPC previsto para el año 2005 que ahora cerramos.
La culpa del petróleo
El aceite y la crisis del petróleo son los dos pilares que
explican el incremento de los precios. Esta es la
interpretación del Gobierno que elude razones estructurales
para explicar el lento pero firme avance de los precios,
apoyándose en que la inflación subyacente (aquella que no
computa recursos energéticos y alimentos frescos) se situó
en los mismos registros que en 2004: 2,9%.
Problemas estructurales
Los sindicatos lo ven desde otro prisma y consideran que el
aumento d precios obedece a razones estructurales.
Para CC.OO., los precios suben en la mayor parte de los
sectores de actividad y eso no es achacable a la evolución
de los precios del petróleo.
UGT es más duro con el Gobierno y con la coyuntura económica
que atraviesa el país y considera 2005 “un año perdido en la
lucha contra la inflación, un problema endémico por el culo
compromiso de las administraciones públicas”.
UGT tiene algunas soluciones. Para frenar la inflación
propone sujetar los precios en áreas en las que la
Administración posee competencias como es el caso del
transporte público o limitando las subidas de precios en
sectores como el de servicios en los que se suele aprovechar
la carencia de competencia para forzar precios.
Merma de competitividad
El alza del IPC no sólo afecta al bolsillo del ciudadano
medio ante la cesta de la compra. Para la CEOE, el hecho de
que España tenga una tasa inflacionista muy superior a la
media de la Unión Europea supone una “ grave merma de la
competitividad.” que compromete su desarrollo económico.
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Ceuta, por debajo de la tasa de temporalidad
La Ciudad Autónoma de Ceuta, al
igual que ocurre con Melilla, se encuentra por debajo de la
media nacional en cuanto a la tasa de temporalidad en el
nuevo empleo, según se desprende de los datos Servicio
Público Estatal de Empleo. Ambas Ciudades quedaron alrededor
de cuatro puntos por debajo de la media nacional; Ceuta tan
sólo alcanzó el 4,81 por ciento mientras que Melilla llegó
al 8,57 por ciento.
A ellas les siguen ÁAragon y la Comunidad Valenciana con un
9,90 por ciento y un 9,62 por ciento, respectivamente. La
media nacional se mantuvo, por su parte, en el 91 por
ciento. A lo largo de 2005, el mercado laboral generó más de
17 millones de empleo aunque tan sólo 1.542.838 fueron
indefinidos, lo que situó la tasa de temporalidad 0,31
puntos por debajo de la que s3e obtuvo en el ejercicio de
2004. El porcentaje de indefinidos sobre el total suscrito
no varía, prácticamente, desde 1997, según el SPEE.
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