Ceuta ha conocido a lo largo de sus muchos siglos de vida
multitud de pueblos, muchas culturas diferentes, hasta
llegar hoy. En fríos días de invierno como estos que vivimos
hoy, hace exactamente 365 años, en 1640, se decidió el
futuro hispano de Ceuta, que desde entonces es “noble, leal
y fidelísima” a la corona española. Años más tarde, el 13 de
febrero de 1668, España reconoció oficialmente la
independencia de Portugal, país que había ocupado entre los
años 1580 y 1640, y le devolvió todos los territorios en
ultramar.
¿Todos? No. Un pequeño enclave magrebí en el ‘Freto
hercúleo’ había decidido por sí mismo permanecer leal a la
corona española: Ceuta. Más de trescientos años después, la
españolidad de Ceuta (y Melilla) sigue cuestionándose pese a
que tal día como hoy, los ceutíes decidieron permanecer
fieles a España en lo que para unos fue el primer referéndum
celebrado en España y para otros, como aclara el cronista
oficial de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló, fue más bien
una “conspiración” , o lo que hoy denominaríamos un ‘lobby
de presión’ de los nobles locales para mantener a Ceuta fiel
a Felipe IV.
Babilonios, fenicios, púnicos, griegos focenses y
cartagineses pasaron por Ceuta antes de que Calígula la
anexionara al imperio (como parte de la provincia romana de
Mauretania-Tingitania) declarándola \"Civitas Romanorum\" a
comienzos del siglo I. Los vándalos de Genserico la
arrasaron y los bizantinos la devolvieron el esplendor. Ya
en el siglo VI, los godos la convierten en la capital de la
‘Hispania Transferetana.
Puerta de la invasión árabe
En el año 709 de nuestra era Ceuta es la puerta de la
invasión árabe y pasa a manos musulmanas. Abderramán III
constítuye el AI-Andalus y los Omeyas cordobeses toman Ceuta
en el 931, durante este periodo Ceuta fue uno de los
epicentros del saber y la ciencia andalusíes, contando
incluso con una importante Universidad. En el 1083 fue
tomada por los Almorávides. Sólo unos temerarios frailes
franciscanos fueron la nota discordante de esta etapa de
esplendor árabe al instalarse a mediados del año 1227. Esta
humilde invasión cristiana no duraría mucho, fueron
inmolados el 10 de octubre de ese mismo año.
Durante el siglo XIV Ceuta se afianzó como un próspero
puerto y arriban comerciantes de todo el Mediterráneo,
genoveses, pisanos, marselleses, catalanes...
Y en 1309, el destino de Ceuta vuelve a dar otro giro con la
conquista de la ciudad por Jaime II de Aragón, con la
inestimable ayuda del Reino de Fez que colaboró en la toma
de la ciudad. El codiciado enclave, puerta del Mediterráneo
y del continente africano, estaba también en la agenda del
reino de Castilla que codiciaba su ubicación de vigía del
Estrecho.
La ‘etapa lusa’
El 21 de agosto de 1415, Ceuta comienza su ‘etapa lusa’.
Duarte y Enrique \"El Navegante\" conquistan la ciudad para
Portugal. Tras la muerte del rey Sebastián I, el reino de
Portugal se incorpora a la corona de España, y de nuevo
comienza a gestarse un último giro político en la siempre
agitada historia de la que hoy es Ciudad Autónoma española.
De aquellos años son testigo las Murallas Reales de Ceuta,
uno de los principales atractivos turísticos nacido para
defender los intereses de Portugal de la siempre presente
amenaza marroquí. Hoy las Murallas y el Foso de San felipe y
vestigio de la convulsa vida militar de la siempre codiciada
‘Perla del Mediterráneo’, enclave estratégico de vital
importancia a lo largo de los siglos.
“Leal y fidelísima”
En 1640 Ceuta decide no seguir a Portugal en su secesión de
la Corona de España, manteniéndose fiel a Felipe IV y como
parte del territorio de ésta . Ya en 1656, la españolidad de
Ceuta adquiere oficialidad y se concede a la ciudad Carta de
Naturaleza y añade el título de “Fidelísima” a los que ya
ostentaba de Noble y Leal. \"La fidelidad de la ciudad al
legitimo monarca, durante la revuelta portuguesa, sera
premiada por la corona española con los títulos de NOBLE,
LEAL y FIDELISIMA, una Carta de Naturaleza sin restricciones
y el manifiesto respeto a los fueros y derechos...\"
En 1668 un Tratado con Portugal firmado en Lisboa tal día
como hoy (13 de febrero) reconoce la soberanía española
sobre Ceuta y su jurisdicción.
Desde entonces nada ha cambiado demasiado, aunque la
historia de Ceuta no se distinga por el plácido pasar de los
siglos. Desde aquel 13 de febrero, los ceutíes han tenido
que lidiar con los intentos de reconquista de Marruecos, o
con el empeño de ingleses y holandeses por hacerse con un
enclave valiosísimo para la conquista comercial del mundo.
Pese a los esfuerzos de terceros, Ceuta escogió siempre
seguir “leal y fidelísima a España”.
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