El proceso de regularización de trabajadores
transfronterizos ha finalizado en la Ciudad Autónoma de
Ceuta, un trámite que se puso en marcha con el objetivo de
eliminar parte de la economía sumergida ceutí. Sobre todo
afectaría a personas empleadas de forma irregular en el
sector doméstico, en la construcción o en la hostelería. De
todas formas y, a juicio del director provincial de Trabajo
Javier Martínez, el proceso no se ha desarrollado según las
expectativas que se habían presupuesto: la regularización ha
sido efectiva en 297 casos, una tercera parte de lo esperado
por las autoridades. La patronal había estimado que el
proceso afectaría a unos 420 expedientes, aunque al final el
éxito se ha visto reducido considerablemente.
De esta manera, numerosos trabajadores seguirán en situación
irregular en la Ciudad Autónoma, auspiciados por los
contratantes, que no dan parte a la administración de su
situación laboral, lo que genera pérdidas para la Seguridad
Social y pone en riesgo a estos trabajadores.
El director provincial de Trabajo, Javier Martínez, achacó
el escaso éxito de la medida, cuyo trámite debería haberse
efectuado en las dependencias de la Oficina de Extranjería,
a la poca cultura en este terreno. A juicio de Martínez, los
y las empleadas podrían tener miedo de no r ser contratados
o de que su nuevo estatus echara para atrás a los
empleadores, ya que exigiría el cumplimiento de los
requisitos legales establecidos, y por consiguiente del pago
de la Seguridad Social.
Salvadora Mateos, responsable de la Oficina de Extranjería
de la ciudad, resaltaba recientemente que el Gobierno había
puesto muchas expectativas en este proceso, después del
fracaso local de la regularización de inmigrantes empleados,
que inició en el mes de marzo el Ejecutivo central
encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero. Este proceso se
saldó con la presentación de escasos expedientes, razón que
animó a las autoridades a poner en marcha una segunda medida
regularizadora.
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