Resulta incomprensible que la AD Ceuta cediera el pasado
domingo un empate ante el Talavera (1-1), sobre todo,
después de que el cuadro caballa dominara de cabo a rabo los
primeros 45 minutos y se adelantara merced a un gol de
Sandro en el arranque de la segunda mitad. Sin embargo, los
de Ramón María Calderé sufrieron un pajarón que propició la
igualada manchega, quince eternos minutos de descontrol a
los que el entrenador catalán no encontró explicación en la
rueda de prensa posterior al partido. Quien sí se ha
pronunciado en este sentido ha sido Garikoitz Basauri. Y es
que el portero vasco advierte que el nerviosismo provocado
por la situación clasificatoria del equipo -decimocuarto con
veinte puntos- podría atenazar las piernas de los
futbolistas caballas. “No sé qué nos pudo pasar en esos
quince minutos. Hicimos una buena primera parte y ya en la
segunda tuvimos la suerte de adelantarnos en el marcador.
Entonces, ellos nos apretaron arriba y no supimos controlar
la ventaja. No quiero pensar que fueran nervios, pero es
cierto que estamos necesitados de puntos y que esa
intranquilidad quizá nos pudo pasar factura en esos
momentos”, afirma.
En ese cuarto de hora para olvidar, Basauri demostró ser uno
de losmejores fichajes de la temporada salvando los muebles
en varias ocasiones. Pese a ello, el meta insiste en el
discurso de la humildad y hace autocrítica, incluso, del
golazo que encajó en un testarazo de Lafuerza. “Aún no he
visto la jugada por televisión, aunque en el campo me
pareció complicado salir a por ese balón. Pese a ello,
siempre me exijo el máximo y creo que en todos los partidos
pude hacer algo más, tanto en esa acción como en otras”,
indica el cancerbero, que recogió el cuero del fondo de las
mallas después de 401 minutos de imbatibilidad.
No en vano, Basauri es el tercer portero menos goleado de la
categoría, con ocho tantos recibidos en catorce partidos.
“Supone una satisfacción para el equipo y para mí
personalmente. Mantener la portería a cero tanto tiempo y
encajar pocos goles quiere decir que defensivamente, al
menos, andamos bien. Lo que no es normal es que llevemos tan
pocos goles siendo un equipo tan ofensivo como somos”,
comenta.
El arquero, quien lamenta que el Murube se está convirtiendo
en un campo amigo para los rivales, también apela a la
coherencia a la hora de hablar de las pretensiones
deportivas del equipo caballa. “Al principio teníamos el
objetivo de acabar entre los cuatro primeros y disputar la
fase de ascenso, pero atendiendo al transcurso de la
temporada vemos que no se puede llevar a cabo. Hay que ser
realistas. No hemos hecho la primera vuelta que se esperaba,
luego nuestro actual aliciente es acabar entre los seis
primeros y clasificarnos para la Copa del Rey. Sin duda,
tenemos equipo para estar un poquito más arriba”, sentencia
el portero vizcaíno, quien agrega que “si hubiéramos metido
cuatro goles más en casa tendríamos unos puntos con los que
estaríamos de mitad de la tabla hacia arriba”.
Por último, Basauri ha tenido unas palabras sobre el próximo
rival, el Díter Zafra, al que el Ceuta rinde visita este
domingo. “Será un partido muy difícil. Vamos al campo del
colista, un equipo que viene de empatar con el Alcalá y el
Conquense y que necesita los tres puntos imperiosamente si
no quiere quedarse ya muy descolgado. Saben que si pierden
la permanencia se les pondría muy cuesta arriba. Por tanto,
imagino que afrontarán el choque como una última
oportunidad”, concluye.
|
El remate a puerta, la obsesión de Calderé
El remate a puerta volvió a
convertirse en la mañana de ayer en el elemento vertebrador
del entrenamiento que dispuso Ramón María Calderé sobre la
hierba artificial del José Benoliel. El técnico catalán
sigue obsesionado, por tanto, con mejorar las prestaciones
ofensivas del conjunto caballa, que figura como el equipo
con menos pólvora del grupo IV de Segunda División B con
trece dianas a favor. Un registro que comparte con el
Almansa y el Díter Zafra, ambos adscritos también al doce
más uno, que dirían los supersticiosos.
A partir de las diez de la mañana, la plantilla ceutí se dio
cita en el Murube, donde compartieron las primeras
impresiones del empate logrado el domingo ante el Talavera
(1-1). Desde el coliseo caballa, la expedición tomó rumbo
hacia el Benoliel y, tras el calentamiento de rigor,
empezaron a afinar la puntería con ejercicios de lo más
variado: acciones de dos contra dos y uno contra uno
buscando las mallas y remates a centros desde la banda.
Una vez se puso fin a la tanda de lanzamientos, un nutrido
grupo de jugadores disputó un partidillo de unos quince
minutos en media cancha. El resto, entre los que figuraban
futbolistas como Sandro y Cerveró, los más cargados de
minutos, se limitó a realizar carrera de progresivos. El
Ceuta repite hoy trabajo en el Benoliel.
|