Cuando la primera vuelta da sus últimos coletazos -falta una
jornada para que la competición liguera llegue al ecuador-
el trabajo realizado por la nueva directiva de la AD Ceuta,
encabezada por Ernesto Valero, merece un suspenso. El equipo
ceutí no está cumpliendo con las expectativas creadas, los
nuevos dirigentes y el cuerpo técnico fijaron el objetivo el
pasado verano en la disputa de las eliminatorias de ascenso,
porque después de 18 jornadas ocupa una discretísima
decimocuarta posición con 20 puntos, a tres de la zona de
descenso directo a Tercera División y a un mundo, 12 puntos,
de las posiciones que permiten luchar por el salto a la
división de plata.
Los números están ahí, son irrefutables y se parecen muy
poco a los de las últimas siete temporadas; hace un año la
AD Ceuta tenía 35 puntos, quince más que en estos momentos,
y caminaba con paso firme hacia la cuarta fase de ascenso en
siete campañas. La puntuación de la Asociación es la peor en
Segunda División ‘B’ y la cosa pinta mal porque con tanto
empate el grupo de Ramón María Calderé no avanza en la
clasificación, ‘coquetea’ con el descenso y podría verse
abocado a un final de infarto para sellar la permanencia.
El técnico del Ceuta ha dicho por activa y por pasiva que se
equivocaron con algunos fichajes y necesita varios refuerzos
para que el equipo dé un salto de calidad. Calderé ha pedido
dos delanteros, un medio organizador y si es posible un
jugador de banda izquierda.
El mercado de invierno se abrió el 2 de enero y de momento
el Ceuta no ha fichado absolutamente a nadie, a pesar de que
el técnico catalán le comunicó antes de las Navidades a
Sergio Tejero, Sergio Molina y Lucas Cominelli que no
contaba con ellos para la segunda vuelta. De hecho no fueron
convocados para los dos últimos partidos en el Murube ante
la UB Conquense y el Talavera y el Ceuta los afrontó con
dieciséis futbolistas justos. Solo hay que mirar el
banquillo del pasado domingo para darse cuenta de la
imperiosa necesidad de fichar en invierno si se no se cuenta
más con Tejero, Molina y Cominelli. Junto al portero Novoa
estaban sentados el juvenil Antonio Prieto, Nayim (19 años),
Mario (20 años) y el francés Antony (20 años).
¿Por qué no se ficha si las carencias son palmarias? En la
rueda de prensa posterior al AD Ceuta - Talavera CF, Calderé
aludió a las deudas contraídas con ex jugadores, que
denunciaron sus contratos en la AFE y a los que hay que
pagarles para que éstos retiren sus denuncias y el Ceuta
recupere sus derechos federativos. Calderé no hizo otra cosa
que hablar en nombre del club que se escuda en esta deuda
para justificar la ausencia de fichajes. El argumento no es
válido, no cuela. Ernesto Valero accedió a la presidencia
del Ceuta conociendo la deuda que se arrastraba desde hacia
varias temporadas, un dato que reflejan las distintas
auditorías que la anterior directiva presentó al ICD porque
así estaba previsto en el convenio firmado entre la entidad
ceutí y la Ciudad Autónoma. También sabía que existía una
deuda personal con en el anterior presidente, José Antonio
Muñoz.
Así las cosas, Valero debe gestionar la subvención de la
Ciudad Autónoma -350 millones de las antiguas pesetas en dos
años- y generar otros ingresos en concepto de abonos,
localidades, publicidad en las camisetas, estática... que
permitan saldar las deudas con ex jugadores para poder
fichar y corregir en la medida de lo posible los errores
cometidos en verano. El nuevo presidente del Ceuta sabía
donde se metía y las exigencias de un club con un importante
presupuesto, que siempre ha peleado por el ascenso a Segunda
‘A’ y ahora deambula por la parte baja de la tabla.
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Al Ceuta le han perdido el respeto en el Murube
La AD Ceuta cerró el pasado
domingo la primera vuelta en casa con una nueva decepción al
no pasar del empate a uno ante el Talavera. Los caballas han
disputado diez partidos en el Alfonso Murube con un saldo
muy pobre: dos triunfos, seis empates y dos derrotas. O lo
que es igual 12 puntos sumados de 30 posibles cuando la
temporada pasada el equipo caballa sólo cedió dos empates en
su estadio en la primera parte de la competición.
Con estos números es prácticamente imposible ‘moverse’ por
la zona alta de la clasificación y estás condenado a sufrir
para salvar los muebles en forma de permanencia sin pasar
por las eliminatorias, a las que se ve abocado el equipo que
ocupa al final de la Liga regular la decimosexta posición.
Pero siendo preocupante los 18 puntos que han ‘volado’ del
Murube lo es aún más el hecho de que los rivales empiezan a
perderle el respeto al Ceuta y consideran su estadio un
chollo. Lo de fortín inexpugnable o campo inaccesible se ha
convertido en una frase hecha que no se ajusta a la
realidad. Y es que esta temporada ocho de los diez equipos
que han jugado en el estadio municipal fueron capaces de
puntuar.
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