Aunque el afan consumista no se ha
perdido, es cierto que numerosos parámetros dan al traste
con lo que debiera ser un sector favorecido.
Un buen mes de ventas, ya sean de temporada o de rebajas, es
decir, ya sea en Navidad-Reyes o tras los Reyes, no harán
que la balanza anual recupere el camino perdido. Si acaso se
evitará mayores pérdidas, pero nada más.
Los bolsillos de la generalidad de los ceutíes, el muy alto
número de desempleo, la rica y variadísima oferta de
productos de grandes establecimiento o grandes superficies
comerciales próximas a la ciudad, El elevado coste que
supone a un comerciante ceutí (el de la tradicional tienda a
la calle) la traída de mercadería (derecho de aduanas,
transportes... los fletes, los impuestos) elevan a casi
imposible la competitividad con los grandes imperios
comerciales que se rigen por unos horarios y jornadas
amplísimas de apertura.
Grandes superficies que, a diferencia de al comercio ceutí,
no se despeina ante cualquier protesta sindical mientras que
los ceutíes temen salir escaldados ante un enfrentamiento de
esa índole.
Las rebajas, en estos momentos, sirven al comerciante ceutí
para dar salida a una mercadería que quedó estancada
vendiéndola ahora casi al costo.
No obstante, siempre es de agradecer el que los ceutíes
confíen en este tiempo de rebajas en los empresarios
ceutíes. Todo lo relacionado con textil cobra un especial
auge en estos días desde que ayer sábado diera comienzo
oficialmente este periodo de gangas y oportunidades.
Habrá movimiento consumista en la búsqueda de aquéllo que
sólo hace cuarenta y ocho horas podía encontrarse a un 40 ó
un 50 por ciento más caro, pero todo ese ímpetu no
compensará un año de constantes pérdidas en las que cada més,
el índice de venta al por menor en Ceuta se situaba en
puntos cada vez más negativos.
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