Ayer se dió el pistoletazo de salida al desenfreno
consumista de las tradicionales ‘Rebajas de enero’ que, en
2006, se prolongarán hasta la primera semana de marzo. Miles
de ceutíes abordaron el centro comercial ‘Parque Ceuta’ y
los comercios del centro en busca y captura de las mejores
ofertas en textiles y calzado. A pesar de las largas colas
de personas que se agolparon frente a las cajas
registradoras, los comerciantes se reafirman en que los
descuentos al 50% no afectan a la crisis porque todo sigue
igual.
El aspecto bullicioso de las calles y y el interior de las
tiendas se contrapone con el sentimiento general, “las
rebajas sólo sirven para liquidar material, ganamos dinero,
pero la situación no mejora”, lamenta el dueño de una
zapatería de la calle Real. A esta opinión se suma la
propietaria de una tienda de moda, “es una época en la que
se retira la ropa de toda la temporada de invierno, pero no
aporta ganancias importantes”.
Los ceutíes “hasta la primera semana de rebajas, no compran,
estos días se dedican más a mirar escaparates” para elegir
las próximas adquisiciones y a “devolver regalos” de Reyes y
Papa Noel, apunta el dueño de una céntrica tienda de
caballeros. Tradicionalmente, un 20% de los regalos del día
de Reyes se devuelve, pero “eso es comprensible, lo complejo
es la crisis, que dura ya demasiados años”, matiza.
Las grandes superficies y las franquicias son las que suelen
salir más aventajadas porque ofrecen una mayor variedad de
productos y precios más asequibles. Ayer, a media mañana, en
todas las tiendas de la reconocida multinacional gallega,
las colas, en los probadores y en las cajas, superaron las
60 personas. La saturación de la calle Real y el Revellín a
las 13 horas contrastó con la tranquilidad de ‘Parque Ceuta’
que, como explicó su gerente, Javier Román, “hasta la tarde”
no se llenaría de gente”. Y así fue, cientos de ceutíes
transitaron por el centro comercial en busca de la mayor
‘ganga’, aunque, tal como señaló Roman, hoy “se notará más
porque cae en domingo y la gente aprovecha”.
Claro queda que el auge consumista se reduce al marco de la
moda, complementos y zapatería, “porque una persona no puede
comprar sin pensar en el precio de un televisor, es un
producto caro”, indica el propietario de una céntrica tienda
de electrónica. “Nuestro caso sigue otro funcionamiento;
hasta mediados de enero, se vende bien, después se vuelve a
la baja”. Esta clase de comercios no se ven afectados por
las rebajas, “es lógico, nadie compra aquí por impulso”,
pero si se suman a la queja general de los comerciantes del
centro, “ya no se vende igual”, resalta.
A nivel nacional, las familias españolas gastan 200 euros de
media durante las rebajas; grandes ciudades, como Madrid y
Barcelona, superan esa cifra, pero la crisis comercial que
vive la Ciudad Autónoma desde hace más de una década no
parece que mejore a corto plazo. Los propietarios de las
tiendas más céntricas insisten en la necesidad de una
solución viable para que los jóvenes ceutíes no padezcan más
desempleo.
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