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ACTUALIDAD - DOMINGO 8 DE ENERO DE 2006


MERCADILLO. SAKONA

COMERCIO / REPORTAJE
 

Las ferias de venta ambulante: objetos ‘made in China’

Los propietarios de los puestos de La Marina dicen que esta temporada se ha vendido muy poco en la Ciudad
 

Collares de hueso, pulseras de nácar, pendientes de plata, bufandas y jerseys de lana, ceniceros de cerámica o espejos de bronce eran, hasta hace no tanto, patrimonio, casi exclusivo, de las ferias artesanas que recorren el país. El paseo de La Marina es el enclave donde se concentran, desde hace más de cinco años, los propietarios de los puestos navideños, gente como Juan Carlos que, durante los cuarenta días de feria, no ha vendido “gran cosa, aunque casi todo sea hecho a mano”, y es que, a su juicio, 2005 ha sido “un mal año” en la Ciudad Autónoma. A esta opinión se suma Linda, dueña de un puesto, “en Ceuta antes se vendía muy bien, era la mejor ciudad, pero el cambio del euro ha ido empeorando la situación”, señala.

Los puestos con productos manufacturados son, hoy, una excepción. Cada vez cuesta más encontrar diseños originales de bisutería o moda a un precio asequible; los vendedores ambulantes apuestan, cada vez más, por objetos que provienen de China, Corea, Taiwan o Estados Unidos; es la era de la globalización “a todos los niveles de los usos y costumbres”. “La artesanía se ha perdido totalmente”, lamenta Juan Carlos. En los últimos cinco años, el declive de la venta ambulante es “alarmante”, “antes eran los ceutíes los que nos esperaban a nosotros, ahora ha desaparecido la clientela”.

El llamativo descenso en las ventas se achaca también a Marruecos. Otro artesano de nombre Tanu comenta,“vengo desde hace 20 años y era habitual que compartieramos el espacio con marroquíes, pero hoy en día prefieren quedarse al otro lado de la frontera, y se nota su ausencia porque traían mucha gente”. A este respecto, gran parte de los dueños de los puestos lo tiene claro: la península ya no está tan lejos y el traslado a las medinas del país vecino tiene un coste más que accesible. Las ferias son hoy de compra-venta, y se deja más de lado la artesanía en cerámica, vídrio, madera o lana. Aún así, los pocos que optan por continuar con la tradición, como Juan Carlos, se reafirman “nuestra mayor satisfacción personal es hacer nuestros objetos y que a la gente le gusten”.

Seguridad

Mientras que, en 2005, las ventas han sido escasas, casi la totalidad de los dueños de los puestos han percibido gran seguridad y presencia policial, en los alrededores de La Marina. Según ellos, durante los últimos cinco años, los robos de material y de dinero eran constantes, “daba miedo, no se podía estar”, dice Linda. En su opinión, estas navidades, “ha remitido la violencia” y la policía “ha estado más presente”.

La valoración positiva de la mayor parte de los vendedores contrasta con la de Hamid, “la policia no pasa, esta de 20 a 21 horas, pero nada más, el año pasado habia un guarda y este año no hubo acuerdo. Según explica, durante las fechas navideñas se produjeron hurtos en dos puestos, “de uno se llevaron una cartera y un pasaporte y también robaron 200 euros” del bolso a una mujer que paseaba por los puestos.

Los problemas de ir de feria en feria “son muchos, nadie sabe lo duro que es; el frío y la mala salud van de la mano, explica Pepe, propietario de un puesto de frutos secos, gominolas y juguetes.

Cuatro duros por salud

“No es tan bonito como parece, pocos conocen el estrés de este trabajo; hay muchos factores en contra como el mal tiempo y trabajar a la intemperie”. “Cobras cuatro duros por tu salud”, reseña Pepe. La vida itinerante ofrece un país por descubrir; pueblos y ciudades de la geografía española a la elección del vendedor ambulante, lo fundamental es elegir bien los destinos y que haya actividad comercial.

Aún así, hay condicionantes menos interesados, “vengo a Ceuta porque tiene algo especial, más allá del clima, está en el aire”, dice Tanu que se dedica a la sobreimpresión de camisetas y tazas. Juan Carlos se revela amante de su libertad. “Es una forma de vida diferente, pero ser autónomo no tiene precio, además que, en nuestro caso, elegimos sólo las provincias del Sur”. Una profesión a espensas del clima y de la economía; de la oferta y la demanda. Los maestros artesanos dejan de hacer ruído.
 

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