Se me ha ido, como dicen los niños
modernos, la olla. Prometí ser bueno, durante las fiestas
navideñas, y escribo par de artículos criticando a parte del
personal.
Mi suerte, enorme suerte, ha sido simplmente el prometer,
porque si llego a dar mi palabra de honor, a estas horas se
me caería la cara de vergüenza de haber roto algo que, para
mi, vale más que una firma en cualquier documento.
Así que me quedo tranquilo porque sólo fue, eso, una promesa
y las promesas que no se cumplen con el amor, pues todo eso
que dice la canción.
O sea, para aclararnos, que no nos estamos aclarando, ni
ustedes se están enterando de nada. Que las promesas no
tienen la importancia de la palabra de honor. Que una cosa
es una cosa y otras cosa, es otra cosa.
Nada que seguimos sin aclararnos y, me da la sensación, que
les estoy metiendo en un lío más grande que el en el que se
ha metido solito, Rodríguez, con el Estatut catalán.
En fin que una promesa noconlleva a nada. Cuántas promesas
le han hecho a muchas personas de buscarle un puestecito de
trabajo y se han quedado en nada.
Cuántos han prometido, aquello de no abandonar el camino que
eligieron al que le deben todo cuanto han llegado a ser en
la vida porque sin ese camino no les concerían ni las que
los parieron y, de pronto, si te he visto no me acuerdo. Y a
vivir que son tres días, tía María.
Así que, como era sólo una promesa y las promesas se las
lleva el viento e incluso algunos juramentos, más
importantes que eso de “te lo juro por mi madre”, también se
los lleva elviento, sin que les remuerda la conciencia a
quienes los hicieron, vamos a seguir contandocosas de estas
fiestas navideñas, que para eso se acercan, a pasos
agigantados, los Reyes Magos de Oriente.
Oiga, amigo guardia, porqué no vienen de Occidente por un
suponer.
Ya, lo entiendo, porque ellos procedían de Oriente y no de
Occidente. Su contestación lo deja todo de una claridad
meridiana.
No se preocupe, lo repetiré cuantas veces haga falta para
que no se confunda el personal. No vaya a ser que, por esas
cosas que tienen los “progres” contra los americanos de
América, nos digan que no vienen de Occidente porque han
sido secuestrados por los “mericanos”, para que le den todo
el petróleo que tengan. Y si se niegan, a darle todo el
petróleodel mundo mundial, les han amenazados con “pegarle”
un par de bombazos atómicos, que estos “mericanos” son una
jartá de malo y no respetan ni a los Reyes Magos de Oriente.
Cómo serán de malos estos americanos de América, que
nosotros sacamos una ley donde se prohibe fumar y, ellos,
dale que te pego, mandando tabaco rubio para envenenar al
personal- ¡Dita sea el queso de bola!.
Aclarado el asunto, de porqué los Reyes Magos vienen de
Oriente y no de Occidente porque si van por aquellos lares,
los hubiesen detenidos los americanos de América, queson
malos malisimos. Vamos a habar de los Reyes Magos de Oriente
y de las muchas cosas que les van a traer a los niños y a
las niñas que se hayan portado bien durante este año que se
ha largado con viento fresco.
El mayor problema, que se les plantea a los Reyes Magosde
Oriente, es el de elegir los regalos para los niños y niñas.
Por la sencilla razón de que, los niños y niñas de hoy día
tienen de todo, y cuando llegan estas fechas los reyes se
preguntan, y qué les regalo.
Bueno, para no faltar a laverdad, tienen una cosa clara
regalar maquinitas, muchas maquinitas, de matar marcianitos
y otras cosas que hacen a los niños creerse héroes capaces
de vencer al mas pintado. No hay más.
En mi época de chaval lo tenían de una claridad meridiana,
podían reglar lo que les viníese en gana. No teníamos nada.
Por no tener no teníamos ni una mal pelota y si queríamos
tener una había que hacerla con papeles, trapos viejos y
alguna media que ya no le servía a algún familiar de cosida
y recosida que estába. Que la pobre mía, tenía más
costurones en su cuerpo que el caballo de un picador de la
época de Joselito. O sea de aquellos que no llevaban petos.
En aquella época, eran muy pocos, por no decir casi
ningunos, los que visitaban los Reyes Magos de Oriente para
dejarles un regalo.
Tenían que ser aquellos niños ricos que incluso comían
jamón, cuando el resto, una mayoría, que erámos los pobres,
teníamos la creencia de que el jamón era algo así como un
vehículo de transporte.
Servidor, recuerda con una inmensa alegría mis primeros
reyes, un coche “pulga”,que daba una jartá de vueltas a una
velocidad increíble. Con unas pesetillas que tenía, ganadas
en lo alto del “madero”, me eché esos reyes y a mi hermano
Pepe le eché otro ¡Peazo de reyes tuvimos aquel año!, donde
mi hermano que era pequeño, se llevó la sorpresa más grande
de su vida.
Cuidado al poner los zapatos en las ventanas que, como están
las cosas, se pueden quedar sin zapatos. ¿O no?.
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