El concepto de compromiso ha hecho mella en los
organizadores del Festival Pop & Rock de Navidad, la
intención del Colectivo Automática es dar una continuidad
real al movimiento musical de la Ciudad Autónoma y así lo
manifiestan, “después de haber visto a toda una generación
vibrando con Paul Collins, y algunos con las lágrimas
saltadas, todo lo demás sobra”, asegura el promotor del
evento, Manuel Jiménez. El último gran concierto del año en
Ceuta ha supuesto “mucho trabajo de última hora” con un
presupuesto “limitado” y una promoción de 300 carteles que
se redujo a la semana previa al evento, “pero ha valido la
pena”, señala.
La intención final del festival 2005 ha sido “unir minorías
porque aquí no hay oferta musical”, se ha tratado de ofrecer
una variedad de estilos dentro un margen “más alternativo” y
abarcar varias generaciones; un grupo de última hora, grupos
punteros de los años 80’ y una apuesta por la música tanto
heavy como metal, explican los organizadores.
El resultado de público, a su juicio, ha sido “todo un
éxito” porque el Levante dejó a cientos de jóvenes en el
Puerto de Algeciras la noche del concierto de Paul Collins y
a punto estuvo de impedir su actuación, pero tras “mil y un
avatares”, tocó delante de “casi 200 personas”. El concierto
del día 23, que estaba protagonizado por ‘Skizoo’ arrojó un
índice de asistencia similar, “aunque se esperaba más
gente”, matiza Miguel Blanco, presidente de Automática.
A nivel general, se respira satisfacción en los
organizadores, con muchos ‘peros’ aplicables al presupuesto,
a las caídas de cartel- caso de ‘Yolatengo’, ‘Los Ronaldos’
y ‘Deluxe’, entre otros- y a la época del año elegida, pero
tal como indica Jiménez, “teníamos un compromiso que cumplir
con la gente , no podíamos fallar” porque, “como se comprobó
el día 22”, la música “une e integra”, resalta Jiménez.
La odisea de Paul Collins
Las historia de la música se escribe y se emborrona sin
cesar, y todos los esfuerzos no siempre son pocos. Paul
Collins no olvidará su concierto en la ciudad porque las 12
horas de viaje desde Madrid a Ceuta se volvieron toda una
epopeya. El Levante canceló la salida del barco y la
organización fletó una avioneta de hélice para el grupo de
Collins, aunque el batería tiene miedo a volar. Llegaron a
tierra y no sólo se perdieron los platos y el bajo, sino que
el batería tenía el pasaporte caducado. Hubo visado
especial, retención de la azafata del avión en Málaga y de
la Policía en Tánger, pero Collins sólo pidió un rato de
sosiego previo y posterior al concierto, “lo importante”,
dijo, es que haya una “auténtica fiesta de Rock & Roll”. El
público vibró, Ceuta era una fiesta.
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Todo en pro de la juventud es positivo
El Consejo de la Juventud de Ceuta
ha valorado el trabajo de la organización del festival como
“muy positiva, como todo lo que se haga en pro de la gente
joven”, indica su presidenta, Mariam Mohamed. A nivel
organizativo, el cambio se ha dejado notar por “la madurez y
la seriedad” de Manuel Jiménez, y respecto a los conciertos,
destaca “el peso musical” de Paul Collins.
Aunque “gran parte” de la población juvenil que se esperaba,
se quedó en Algeciras esperando a cruzar el Estrecho, “hubo
buena” participación, “según la organización”, entre 150 y
200 personas diarias, aunque la publicidad fuera tardía. Aún
así, señala que “todo puede mejorar” e invita a la Ciudad
Autónoma a “implicarse más” con la juventud.
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