España y Marruecos redoblan su vigilancia en los perímetros
fronterizos de Ceuta y Melilla después de que en las últimas
semanas se hayan vuelto a registrar intentos de entrada a la
vecina Melilla, en los que lograron acceder un total de
dieciséis subsaharianos.
Además de la presencia constante de importantes dispositivos
de las fuerzas de seguridad a ambos lados de la alambrada,
en la parte española los agentes de los Grupos Rurales de la
Guardia Civil y en la parte marroquí las Fuerzas Auxiliares
(Mehanía), hay que añadir la vigilancia aérea, que realiza
estas últimas noches un helicóptero de la policía marroquí.
El Gobierno español afirmó el pasado 2 de diciembre que la
cooperación hispano-marroquí de los últimos meses había
acabado con los asaltos de inmigrantes subsaharianos sobre
Ceuta y Melilla. \"La situación está controlada. Se ha
acabado con ese foco de inestabilidad gracias al trabajo
conjunto\", aseguró la secretaria de Estado de Inmigración,
Consuelo Rumí, en Marrakech (Marruecos) tras una reunión con
las autoridades marroquíes.
Mientras, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio
Camacho, añadió el mismo día que los medios puestos en
marcha por ambos países permitían hacer frente a un problema
puntual, como los asaltos masivos a las vallas de Ceuta y
Melilla de los pasados meses.
También consideró que el Reino alauí había hecho sus deberes
en lo que se refiere a la bolsa de inmigrantes subsaharianos
irregulares que habita en su territorio. Rabat aseguró haber
repatriado de forma \"voluntaria\" a alrededor de 3.600
ciudadanos en un total de 22 vuelos sufragados
exclusivamente con dinero marroquí y cuyos gastos, en
\"costes directos e indirectos\", ascenderían a unos 100
millones de euros.
Sin embargo, el Gobierno español constató que todavía no hay
una fórmula con Marruecos para que acepte de buen grado a
los que son interceptados en España cuando intentan entrar
de forma clandestina desde Marruecos. Salvo la aceptación
\"extraordinaria\" de 73 inmigrantes después de las crisis
de Ceuta y Melilla y alguna devolución testimonial en
tiempos anteriores, Marruecos y España no han conseguido
ponerse de acuerdo en la forma de aplicar esta parte del
convenio bilateral de readmisión suscrito en 1992.
Entre tanto, el Ministerio de Defensa dio el pasado 14 de
diciembre la orden de retirada total y definitiva de las
fuerzas militares de la valla que separan Melilla y Ceuta de
Marruecos, donde permanecían allí destacadas desde el 29 de
septiembre, con ocasión de las avalanchas de subsaharianos
sobre ambas ciudades.
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