Cuando uno llega a Ceuta, lo primero que divisa desde el
barco es la imponente fortaleza que se ubica en lo más alto
del Monte Hacho.
Aunque su origen no está del todo claro, es seguro que ya
durante el reinado de los almorávides ya existía esta
fortaleza militar que se ubica en el punto más oriental de
Ceuta: la Península de la Yebala. Con una altura de unos 200
metros sobre el nivel del mar, la Fortaleza del Hacho es un
importante observatorio del Estrecho de Gibraltar y uno de
los principales puntos defensivos de la ciudad.
Aunque en la actualidad es un acuartelamiento más de la
Comandancia General de Ceuta, sede del Grupo de Artillería
Antiaérea Ligera y del Grupo de Artillería de Costa, su
papel a lo largo de la historia está ligado a los presos, ya
fueran civiles o militares.
Desde principios del siglo XIX y hasta 1910, la Fortaleza
del Hacho fue uno de los recintos en los que se retenían a
los presos de toda España ya que toda Ceuta era un penal. El
origen de la prisión del Hacho se remonta a los tiempos del
rey Fernando VII que, a comienzos de 1800, llevó a cabo una
fuerte represión sobre los constitucionalistas.
El Penal de Ceuta tenía entre sus prisiones de mayor dureza
la del Hacho, donde se encerraba a los incomunicados,
divididos en tres clases: políticos (de Ultramar y convictos
procedentes de la Península); incorregibles y forzados (que
realizaban trabajos de fortificación) y, por último, los
soldados, los que habían cometido delitos militares y los
sobrantes del Principal. Según los registros de la época, a
finales del siglo XIX su población penitenciaria era de 754
presos cuando su capacidad real era para sólo 300.
Uno de los presos que habitaron tras los muros del Hacho fue
Agustín de Argüelles, un personaje de reconocido valor
humano y que fue representante del pueblo durante un largo
periodo de su vida, que ingresó en esta prisión en 1814 al
estar acusado de mantener relaciones ocultas con Napoleón.
Una de las anécdotas de la Prisión del Hacho la protagonizó
Doña Agustina de Aragón que, a mediados del siglo XIX, fue
requerida en la prisión con el fin de dominar pacíficamente
a la población del presidio que se había amotinado. Sin
dudar un instante, la reina vistió el uniforme militar y,
tras su actuación personal, convenció a los amotinados para
que depusieran su actitud.
En 1910 se suprimió el Penal de Ceuta, pero la Fortaleza
continuó su labor, como centro de reclusión de Oficiales,
Suboficiales y Tropa. En 1979 comenzó el fin de la prisión,
con el traslado de los últimos residentes a Cádiz,
finalmente en 1981 fue suprimida la Dirección y
Administración de la Prisión Militar. Fue en ese momento
cuando la Fortaleza Militar del Hacho volvió a sus orígenes
castrenses.
Situación actual
A pesar de la riqueza arquitectónica del conjunto, la
Fortaleza del Hacho no es un monumento al uso que pueda
visitarse libremente por cuantos lo deseen sino que, al ser
un acuartelamiento en activo, es preciso pedir un permiso a
la Viceconsejería de Turismo para que ésta conceda la fecha
concreta en la que pueda realizarse la visita.
Panorámica
Quienes tengan la oportunidad de disfrutar de una visita
guiada por esta impresionante fortaleza podrán no sólo
recorrer parte de las edificaciones que se esconden tras
estos 1.500 metros de recinto amurallado (de los que 1.025
metros son de la época en que se construyó la ciudadela del
Hacho), sino también ver el interior de las celdas en las
que habitaban los presos y recorrer algunos de los baluartes
de la fortaleza (Fuentecubierta, Málaga, San Antonio, San
Amaro y Tenaza) que ofrecen impresionantes vistas de toda la
ciudad autónoma, del Estrecho y el Peñón de Gibraltar y de
la zona marroquí más próxima: la Cordillera del Rif,
Beliones y Cabo Negro.
En el pasado, desde la Fortaleza del Hacho había túneles que
unían con baterías de costas próximos pero ya están todos
cegados y, contrario a lo que muchos piensan, ninguno
llegaba al actual centro de la ciudad.
Historia del acuartelamiento
En 1981, se instaló en el acuartelamiento el Grupo Antiaéreo
del Regimiento de Artillería Mixto nº30 (RAMIX 30). El 1 de
septiembre de 1985, se creó el GAAAL VI a partir de este
grupo del RAMIX 30 , al igual que sucedió con el GACTA-CEUTA
con origen en el Grupo de Costa del mismo Regimiento e
independiente a partir del 1 de julio de 1996. En 1985, se
crea la Unidad de Servicios de Acuartelamiento USAC ‘El
Hacho’.
Las últimas construcciones de importancia han sido: un
edificio de dos plantas para el alojamiento de la tropa en
1986, un taller de automóviles en 1992 y un Puesto de Mando
fortificado del Grupo de Costa en la puerta de Málaga en
1995. Actualmente, se está construyendo un nuevo edificio
para el alojamiento de la tropa.
Uno de los rituales que, aún hoy, se repite diariamente es
el cañonazo de las 12 de la mañana. Aunque no es audible
desde el centro de la ciudad, todos los días se lanza una
salva de cañón desde uno de los baluartes de la muralla.
Tradicionalmente eran tres los cañonazos que se lanzaban
desde las Murallas Reales de Ceuta. El primero tenía lugar a
las ocho de la mañana, al amanecer, y señalaba la apertura
del puente levadizo de la muralla que permitía el acceso al
campo exterior. El segundo cañonazo era el de las 12 y
marcaba la hora de la comida para los presos, el momento en
que estos debían regresar a los cuarteles para obtener su
ración. El tercer y último cañonazo coincidía con la puesta
de sol y señalaba el cierre del puente levadizo de las
Murallas Reales y, por lo tanto, el cierre de la ciudad
hasta el día siguiente.
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