Hagan el favor de no hacerse mala
sangre, porque dice el doctor Chopra, del que soy seguidora
en temas de salud que “No hay pensamiento torcido sin
molécula torcida” y Chopra, antes de dedicarse a escribir
libros de autoayuda fue premio Nóbel de química y no un
mindundi. ¿Qué dicen? ¿Qué si en la Península no ha
indignado hasta el paroxismo el tema de los presuntos
yihadistas ceutíes? Mucho, ¡Tendrían ustedes que escuchar
las fulminaciones del personal! Pero, como ya fue noticia el
informe de los dos catedráticos granadinos sobre el
reclutamiento de yihadises o como se llamen, en Ceuta y la
radicalización y todo eso la gente ya estaba con mucha mala
leche acumulada y convertida en yogur de los ácidos o en
kefir, según el metabolismo y los ardiles de cada cual. Pero
¿Saben lo que pasa aquí? Que el tema ceutí enfurece
profundamente, pero la prisión del yerno de la familia Tous
por pegarle dos tiros a uno de los albanokosovares que
venían rondando por la casa para asaltarla y, lógicamente y
según en ellos es habitual, secuestrar, torturar y hacer
todo tipo de atrocidades con los moradores, repito, el que
un individuo que defiende lo suyo a tiro limpio acabe entre
rejas, eso hace enloquecer de ira y da mucho miedo. Porque
nos hace sentir indefensos a quienes hemos visto a tantos
vecinos en la Costa víctimas de la terrible violencia de la
delincuencia albonokosovar.
Y además son bandas incontroladas. Mientras que aquí se
opina que, los integristas, los rarillos o el imán que lanza
soflamas están más o menos calados por los servicios
secretos españoles y no digamos por los espectaculares
servicios secretos marroquíes que son para quitarse el
sombrero y funcionan como relojes suizos cuando se lo
mandan. Entonces van los gobernantes, se sacuden los
melindres y señalan a un Juez o a un Fiscal el ¡A por ellos!
Y, al grito unánime español de ¡Toma ya! Que aparecía en el
estandarte de Mío Cid van y ponen firme al lucero del alba.
Son quienes son y van de lo que van y el que más y el que
menos lo sabe y se le tuercen las moléculas de pura mala
sangre. Pero los kosovares no se saben de donde vienen, ni
cuando van a atacar, son los grandes desconocidos en su
terrible fiereza. Hasta el punto de que todos opinamos que
es necesaria una rigurosísima reforma legal donde, la
legítima defensa del ciudadano sea “auténtica” legítima
defensa y no la acumulación de pamplinas que es hoy. Si nos
entran los kosovares hay que preguntarles “Señores
criminales ¿tienen la amabilidad de aclararme los medios con
los que van a torturar a mi familia?
Se lo digo para intentar defenderme con “proporcionalidad”
no vaya a ser que me exceda en impedir que maten a mis
hijos, ustedes me denuncien y el juez me encarcele”. Cuentan
que, un kosovar, tras un robo con violencia, tropezó con un
escalón roto de la casa que acababa de atracar, denunció y
el juez condenó a pagar a Mapfre-Seguros del Hogar. Ustedes
en Ceuta están reinando con sus yihadistas, pero nosotros
aquí ya no sabemos que hacer para defendernos si entran a
torturarnos, aunque lo mejor es no oponer resistencia, que
nos medio maten y luego llamar a la policía y poner la
denuncia. Solamente es legítima defensa, más o menos, si los
tipos entran con subfusiles y la víctima les responde
cantando, aunque si les daña los tímpanos ¡al talego!.Así no
se puede vivir, ni con lo de ustedes, ni con eso más lo
nuestro.
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