La Asamblea acogió en la mañana de ayer una protesta
inesperada. Alrededor de unas 50 personas reclamaron. Los
propietarios de las viviendas de la cooperativa ‘El Recinto’
llevan desde el pasado mes de enero a la espera de poder
acceder a sus nuevas viviendas. El problema reside en que la
constructora ‘Punta Almina’ compró un solar junto a la calle
Amargura y derribó unas escaleras, que como dice uno de los
afectados “era un paso público”.
El derribo de estas escaleras conllevó un problema de mayor
envergadura ya que por ahí pasaban las canalizaciones de
aguas residuales de las viviendas. “El ayuntamiento les
instó a arreglar la calle, ya que es un espacio público,
pero desde la constructora están haciendo oídos sordos”,
comenta uno de los afectados que ve como no puede acceder a
su vivienda por la falta de una red de aguas residuales.
Pero la situación se agrava aún más cuando la trasladamos a
los retrasos en la entrega de las viviendas. El hecho de que
sean cooperativistas hace que vean como aumenta el valor de
unas viviendas que ya son suyas pero de las que no pueden
hacer uso. “Este retraso ha implicado que el precio de
nuestras viviendas se haya elevado hasta el momento en 7.000
euros”.
La presencia de los propietarios en la Asamblea durante la
mañana de ayer ha dado algunos frutos. Uno de los afectados
explicaba que tras una reunión con técnicos de la Ciudad se
han comprometido a que Acemsa iba a recuperar toda la
canalización y la recuperación de la escalera correrá a
cargo de la Ciudad Autónoma que “después reclamará lo
correspondiente a la constructora Punta Almina”.
Los trabajos sobre las canalizaciones deben empezar durante
el día de hoy.
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