La detención, el martes, de los once ceutíes presuntamente
vinculados con una organización de terrorismo internacional
provocó diversas reacciones entre los medios de comunicación
y la población en general. Una de las informaciones apuntaba
a la existencia de objetivos ya marcados por los presuntos
terroristas, objetivos entre los que se encontrarían algunos
polvorines militares y el recinto ferial de la ciudad
autónoma.
Ayer, tanto el director general de la Policía, Joan Mesquida,
como el delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro
García-Arreciado, negaban que esto fuera cierto.
“El seguimiento de los servicios de seguridad del Estado es
permanente, absoluto, diario y continuo sobre cualquier tipo
delictivo penal de esta categoría que se pudiera producir no
en Ceuta sino en cualquier otra ciudad. Las elucubraciones
que se puedan hacer están fuera de ningún comentario por mi
parte”, aseveró García-Arreciado.
Por su parte, el director general de la Policía y de la
Guardia Civil, Joan Mesquida, insistió en que los presuntos
terroristas “no tenían unos objetivos claramente marcados
para perpetrar atentados”.
Según recoge EFE, explicó también que las detenciones se
llevaron a cabo cuando las investigaciones pusieron de
manifiesto “una voluntad -de los terroristas- de pasar de lo
que era la fase inicial de discusión fanática a una fase
directamente de acción”.
Ante esta situación “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado no corremos ningún riesgo y pensamos que era el
momento oportuno para proceder a las detenciones”.
Mesquida insistió en que todavía es “muy pronto” para
conocer más detalles de la operación porque las fuerzas de
seguridad están procediendo a analizar los equipos
informáticos y los documentos incautados.
No generalizar
Con respecto a las consecuencias que esta operación pueda
tener sobre la percepción que la ciudadanía tenga de los
vecinos de la barriada, el delegado del Gobierno instó a los
ceutíes a “hacer un esfuerzo” para separar el nombre de una
barriada de las personas que “supuestamente hasta ahora
podrían estar involucradas en actividades especialmente
peligrosas para la seguridad del Estado” ya que ésta “no es
responsable de que, en su interior, algunas personas hayan
podido cometer alguna serie de actividades que hayan sido
objeto de esta actuación”.
Arreciado dijo también que con esta actuación queda patente
que “el Gobierno en general y la Policía en particular” se
toman muy en serio estos asuntos y que están en permanente
función de inteligencia, de investigación, todas aquellas
actividades que “puedan repercutir en la seguridad del
Estado”.
Actuación policial
Preguntado sobre las acusaciones de “brutalidad policial” en
los registros, efectuadas por los familiares de los
detenidos, el delegado del Gobierno en Ceuta aseguró que no
hubo tal pero que “hay personas que son sospechosas de
incurrir en actuaciones tan sumamente peligrosas que
requieren una actuación policial contundente”.
“No se puede remitir un escrito dos días antes advirtiendo
de que se va a ir y tocar al timbre, estoy seguro de que ha
habido una contundencia policial necesaria por la propia
seguridad de los miembros del orden público absolutamente
compatible con los derechos de los ciudadanos y sus
familiares”.
Está previsto que los detenidos comparezcan mañana ante
Garzón.
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Reacciones
El presidente de la Junta
Islámica, Mansur Escudero, calificó de “muy exagerada” la
operación llevada a cabo en Ceuta. En declaraciones a la
agencia de noticias Reuters, dijo que “me he quedado
alucinado, una redada con 300 policías porque imaginaban que
iban hacer un atentado”. “Me parecen indicios muy, muy, muy
débiles para poder hacer una operación de ese calado”,
agregó.
Escudero, que presidió la Federación Española de Entidades
Religiosas Islámicas (FEERI) - asociación compuesta
principalmente por conversos al Islam -, dijo que éstas son
operaciones “de imagen ante la derecha” para demostrar que
las fuerzas de seguridad combaten el terrorismo y recordó
que no sería ésta la primera vez que se detiene a personas
inocentes.
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