El fútbol ha sido siempre un
espectáculo que ha despertado la atención de las mujeres. Si
bien, por circunstancias varias, eran pocas las que acudían
a los campos. De ahí que las féminas se quejaran, con razón
y dosis de amargura, del abandono a que eran sometidas las
tardes de los domingos por sus hombres.
Los hombres más adelantados, o tal vez quienes trataban por
todos los medios de evitar problemas de caras largas con sus
mujeres, comenzaron a llevarlas y, desde hace ya su tiempo,
los estadios cuentan ya con una clientela femenina muy
grande.
Una mujer que ama el fútbol, desde que empezó a tener uso de
razón, coincide conmigo, en sitio apropiado, y allá que nos
ponemos a pegar la hebra de un deporte que nos chifla.
Ella es hincha de la Asociación Deportiva Ceuta y me dice
que lleva dos temporadas sufriendo lo indecible. Y que se
acuerda muchísimo, pero muchísimo, de cuando el equipo
ocupaba desde principio de temporada los primeros lugares y
terminaba jugando la fase de ascenso.
La dejo que hable lo suyo, que exprese sus quejas, pero
también le recuerdo que yo la había oído poner el grito en
el cielo cuando el equipo de su alma no conseguía ascender a
Segunda División A.
Dices verdad, Manolo, pero tú debes comprender que
una, apasionada con el equipo representativo de su tierra,
estaba en su derecho de dejarse llevar por los nervios y
echarle la culpa de lo ocurrido a quienes manejaban las
riendas del club.
Sin embargo, estimada amiga, seguro que ahora estarás
añorando aquellas temporadas en las cuales tenía la certeza
de que, al menos, el equipo de tus amores iba a ser uno de
los aspirantes al ascenso de categoría.
Sin duda, Manolo, sin duda... Porque la diferencia de antes
con la de ahora es abismal: antes íbamos al campo con el
único objetivo de ver ganar a nuestro equipo para que éste
fuera campeón en vez de cuarto clasificado. Sin embargo,
llevamos dos temporadas donde ganarle al Málaga B y al Cerro
Reyes se celebra como si todas nuestras aspiraciones
estuvieran resumidas en alejarnos de los puestos de
descenso.
Así es. Y no se le puede echar la culpa a la falta de
dinero. Que la directiva se ha gastado lo suyo y se lo
volverá a gastar en el llamado mercado de invierno.
¿Quieres decirme que los males no son por haber hecho una
plantilla con poco dinero?
Más o menos, mujer... Los males son simples consecuencias de
no haber acertado en la confección de una plantilla con
cierta racionalidad. En ella, si te fijas bien, no existen
laterales zurdos; se carece de central que maneje la pierna
izquierda; y se formó un centro del campo en el cual los
Narváez, promesas del fútbol jerezano, llegaron con vitola
de grandes futbolistas. En cambio, se ficharon tres porteros
de buen ver. Un lujo al alcance sólo de equipos muy
encopetados.
Te recuerdo que Alfonso es zurdo...
Sí; pero como defensa dice mucho menos que en otras
demarcaciones. A propósito: yo sabía que a ti te gustaba el
fútbol, pero desconocía que estuvieras tan al tanto de
cuanto concierne a la ADC.
La verdad es que mis amigos se sorprenden de lo mucho que
chanelo al respecto. Aunque te voy a ser sincera: a mí me
gustaría que tú te prodigaras más opinando de este deporte.
Ah, antes de que se me olvide. ¿Es verdad que el presidente
de la RFEF, Ángel María Villar, está bajo sospecha y
también muchos presidentes regionales?
Es verdad, por supuesto que lo es. Según ha divulgado el
Consejo Superior de Deportes. Pero de ese asunto prefiero no
hablar en tiempo de Adviento.
|