PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 12 DE DICIEMBRE DE 2006

 

OPINIÓN / EL OASIS

En tiempo de Adviento
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Navego por internet y caigo en las redes de Mayte Zaldivar cuando hace un año, más o menos, se sentaba a la vera de Antonio Montero mientras éste presentaba su libro: ‘Yo soy Lulú, ¿y tú? Crónica de una princesa que se convirtió en prostituta de lujo’. Es entonces cuando la Zaldivar confirmaba que no quería ser alcaldesa. Dejaba muy claro que no entraba en sus planes el convertirse en regidora de Marbella. Pero si quisiera, afirmó con rotundidad: “No tendría ni que prepararme para ello”.

Dejo la página donde se publican innumerables noticias acerca de la mujer más famosa de Marbella y, según ella, dueña de unos saberes indudables para ser alcaldesa si se lo pidiera su... cuerpo y me adentro en Libertad Digital: El periódico de Federico Jiménez Losantos. Y, sin pensármelo, pico en Lengua viva. Un espacio gramatical que dirige Amando de Miguel. El título es el siguiente: Algunos trabucazos. Y mi sorpresa no tiene límites: Mayte Zaldivar también es noticia en este medio digital. Y lo es por responder a una pregunta que le hicieron los periodistas del corazón si acaso el juez, Miguel Ángel Torres, la llamaba para declarar.

He aquí la respuesta de la señora que se jactaba de airear, un año antes, que estaba muy preparada para ser alcaldesa si le salía de donde suelen salir las cosas que se hacen por las bravas. Estoy tranquila, dijo: “No me van a amputar (=imputar) ningún delito”. Pues bien, fue imputada. Lo dicho en Telecinco por la ex mujer de Julián Muñoz, alias El Cachuli, ponía de manifiesto que su cacareada preparación para ser alcaldesa, en cuanto ella se lo propusiera, estaba más que justificada. Porque confundir amputar con imputar le puede pasar a cualquiera. A cualquiera, claro está, que relacionara ladrón con amputación, según la ley que rige en algunos países. Y a la Zaldivar, la pobre, acosada a preguntas y viéndose ya en la antesala de la sala donde interroga el juez Torres, se le fue la olla.

Aunque verdad es que la tropa que acompañaba a Jesús Gil, durante su paso imperial por Marbella y otras sucursales, hacía proselitismo de la vulgaridad y de la chabacanería. Sus miembros eran un trasunto de esos estraperlistas a lo grande de nuestra posguerra cuyas esposas se vestían con las ropas más caras y colocaban las etiquetas en sitios visibles para que todos los pobres pudieran comprobar a qué clase social pertenecían. Personajes calcados a los que exhibe Santiago Segura en sus películas. Y la Zaldivar no iba a ser una excepción.

Estaban los gilistas escasos de gramática por más que dieran el pego cual leguleyos atiborrados de argucias para manejarse bien en eso de recalificar terrenos y llevárselo calentito. Eso sí: con mucha frecuencia los del Gil eructaban ideas cual máquinas de hacer billetes y lograban seguidores por doquier. Cuando arribaron a Ceuta los hubo que en cuanto oyeron los regüeldos de sonoros ecos, se pusieron a disposición de la causa y nos hablaron de cómo procedentes de Marbella venían políticos muy cualificados para sacar a esta ciudad de la sima en la cual la había metido el Partido Popular y, sobre todo, Jesús Fortes: el alcalde.

Vimos desembarcar a tipos que no podían disimular lo que eran: profesionales de la cosa con enormes deseos de contactar con lo más parecidos a ellos que hubiera en esta ciudad. Y a fe que lograron ganarse para su causa a políticos, periodistas, vividores... Y hasta una autoridad deportiva, que amparándose en la amistad que le une con algún político de la cantera local, con mando entonces entre las huestes de Antonio Sampietro, se pegó al costillaje del GIL. El periódico decano guardó silencio. El Pueblo de Ceuta denunció las tropelías del GIL. ¿Algo que alegar en tiempo de Adviento?
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto