Dar respuesta a la necesidad de compañía y a la soledad de
las personas mayores de 65 años así como colaborar con las
familias cuidadoras con el fin de mejorar su convivencia y
calidad de vida proporcionándoles un respiro familiar es el
objetivo del programa que la Unidad de Promoción y
Desarrollo (UPD) de la Delegación del Gobierno ha puesto en
marcha.
Con esta iniciativa se pretende prestar un servicio social
tanto a los mayores que son acompañados como a las familias
que, día tras día, se ocupan de satisfacer todas sus
necesidades, que son muchas sobre todo si se trata de
personas dependientes.
La UPD cuenta con un equipo técnico formado por una
psicóloga, una trabajadora social, dos técnicos superiores
en integración social y un auxiliar que se encarga de
proporcionar información al usuario. A ellos hay que sumar
también al técnico responsable del programa y a las 21
mujeres que se encargan de prestar el servicio.
Hasta el momento se han registrado 27 usuarios ya que se han
denegado 18 solicitudes, en muchos casos porque se confunde
el programa con un servicio de ayuda a domicilio.
La UPD está llevando a cabo tareas de coordinación con el
personal del hospital civil del Ingesa y del hospital
militar para acompañar también a aquellas personas
hospitalizadas y que se encuentren solas y, sobre todo, para
proporcionarles un poco de respiro a aquellas familias cuyos
parientes lleven un largo periodo de tiempo hospitalizado.
Por otra parte, está colaborando activamente con
asociaciones que les derivan casos de ser susceptibles de
recibir el servicio como Cruz Roja, la Asociación Ceutí de
Familiares de Enfermos Psíquicos (ACEFEP), la Confederación
española de organizaciones en favor de las personas con
discapacidad intelectual (FEAPS) o la Asociación de
Familiares de Afectados Parkinson. La UPD de la Delegación
trabaja, además, en colaboración con los Servicios Sociales
Comunitarios y cuenta con el apoyo y la colaboración del
Imserso.
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