Al Ministro de Defensa le
corresponde el desarrollo y ejecución de la política de
defensa. Específicamente, asiste al Presidente del Gobierno
en la dirección estratégica de las operaciones militares,
dirige la actuación de las Fuerzas Armadas bajo la autoridad
del Presidente del Gobierno, determina y ejecuta la política
militar, dirige la Administración Militar y desarrolla las
directrices y disposiciones reglamentarias que adopte el
Consejo de Ministros. Ley Orgánica de la Defensa Nacional
(L. O. 5/2005, de 17 de noviembre), en su artículo 31,
afirma: “El Ministerio de Defensa promoverá el desarrollo de
la cultura de defensa con la finalidad de que la sociedad
española conozca, valore y se identifique con su historia y
con el esfuerzo solidario y efectivo mediante el que las
Fuerzas Armadas salvaguardan los intereses nacionales.
Asimismo, el resto de los poderes públicos contribuirán al
logro de este fin”. La Ley 39/1981 de fecha 28 de octubre,
que regula el uso de la Bandera Nacional y en artículo 1º
dice: "La Bandera de España simboliza la nación, es signo de
soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y
representa los valores superiores expresados en la
Constitución". Según el artículo dieciocho de la Ley 85/1978
de Reales ordenanzas para las Fuerzas Armadas: La
Institución Militar es la encargada de la custodia, honores
y defensa de la Bandera, como símbolo de la Patria y de su
unidad. Por supuesto que el Ministro de Defensa no tiene
obligación jurídica de asistir al izado de la Bandera
Española el día de la Constitución. El Alférez Olea en el
Sitio de Sepúlveda, era el abanderado del ejercito de
Castilla; un disparo de cañón le corta el brazo derecho con
el que portaba la bandera; la recoge con el izquierdo al
grito de CASTILLA Y OLEA; le cortan el brazo y recoge la
bandera con los muñones y sigue gritando CASTILLA Y OLEA; le
cortan los muñones y la coge con los dientes; el estandarte
cae al suelo y el lo cubre con su cuerpo gritando CASTILLA Y
OLEA, hasta que el enemigo le corta el cuello…Los
legionarios cantamos: ”defendiendo a su bandera el
legionario avanzó…supo morir como un bravo y la enseña
rescató…”. Carlos V en Túnez: “Si en la pelea veis caer mi
caballo y mi estandarte, levantad a éste antes que a mi”. El
General Prim en Castillejos: “¡Soldados!, vosotros podéis
abandonar esas mochilas porque son vuestras, pero no a la
bandera que es de la Patria”. Ni el Alférez, ni Carlos V, ni
Prim, ni los miles de legionarios, y soldados españoles
muertos por defender la BANDERA DE ESPAÑA tenian la
obligación de morir. Pero lo hicieron.
|