PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 7 DE DICIEMBRE DE 2006

 
OPINIÓN / COLABORACION

Las conchas de la discordia

Por Jorge López


El uso que los niños hacen de las conchas ergonómicas situadas en la nueva Plaza de los Reyes, ha suscitado un interés bastante especial que ha trascendido al gobierno de la Ciudad Autónoma.

Las conchas de diseño no podrían pasar desapercibidas en ese perfil tan característico que tiene el caballa de no estar contento con casi nada o protestar por casi todo. Por otro lado, es una condición natural del ser humano. Para muchos el gusto está en la variedad.

Sin duda, la nueva Plaza de los Reyes no deja a nadie indiferente.

El recuerdo de aquellas zonas limitadas por barandas de césped, aquellos suelos de colores y aquella fuente circular en el centro casi se nos ha borrado de la memoria. Si no fuera porque el posterior monumento a las cuatro culturas y sustituto de aquella fuente emerge, con las pretensiones de majestuosidad que nunca tuvo, en alguna de nuestras rotondas, también lo habríamos olvidado.

El ejercicio que Ángel Moreno nos ha puesto a los caballas en vísperas de las fiestas de Navidad es bastante complicado. Porque nadie, salvo él mismo y las cuadrillas que trabajaron mañana, tarde y noche, para cumplir con las fechas de ejecución, conocían el resultado. Aquellas fotografías adosadas a la chapa que acordonaba las zona en obras intentaban orientarnos con poco éxito de cómo quedaría la nueva Plaza de los Reyes.

De repente, la Plaza de los Reyes ha estirado, ha aumentado de tamaño. El negro y el gris son su base pictórica y un antiguo portal, recuerdo de otros tiempos, reproduce un pedazo de la historia de la ciudad. La fuente ha regresado, pero más sofisticada y por supuesto, iluminada. Los bancos son pequeños sillones sacados de una revista de diseño. Han tomado forma serpenteante o se mimetizan con las jardineras que alojan las palmeras que, según impresiones, fueron más altas alguna vez.

Todo un ejercicio de estilo, sobriedad y modernidad.

Los tiempos cambian y el corazón de la ciudad ha cambiado notablemente. El concepto de plaza ha evolucionado. Los niños han evolucionado. Las zonas de juego ya no son lo que eran.

El día en que se inauguró la Plaza de Los Reyes, a pesar de la llovizna, la confusión entre los paraguas, las autoridades y los medios de comunicación, los niños destacaban por completo y se lo pasaban de miedo subidos a unas formas ergonómicas, dando vida a tanta modernidad que un principio parecía tan fría.

Los niños subía y bajaban, se tumbaban, saltaban, gritaban y hacían todo lo posible por coronar uno de los huecos de esas conchas. Algo tan frío, tan macizo, tan extravagante, se había convertido en la zona preferida de todos ellos.

La imaginación de un niño no tiene límites.

Los padres estaban donde tienen que estar, velando por la seguridad de ellos. Rodeando las conchas o como se llamen los elementos ergonómicos. De la misma forma en que están atentos cuando se balancean en un columpio o trepan por un amasijo de hierros para deslizarse por un tobogán cubierto.

Es fabuloso que estas piezas se hallan convertido en un elemento a debatir no sólo en la calle, también en el seno del gobierno de la ciudad. Como fabuloso es acuñar y escuchar términos del tipo “de diseño”, “espacio del siglo XXI” o “espacio diáfano”, para referirnos a un trozo de nuestra tierra.

Esto únicamente indica que nos estamos modernizando y culturizando. Porque la Plaza de los Reyes y su entorno pertenecen a nuestra nueva cultura. Cultura es todo lo que agita, lo que se mueve, lo que suscita interés o controversia. Opinar es cultura. La nueva arquitectura de la ciudad es cultura.

El peligro que entrañan estas sinuosas piezas para los niños podría ser un interesante debate sobre comportamiento y educación. Aunque supongo, que los padres preocupados por sus vástagos, estarán tan atentos a ellos como cuando juegan en los tradicionales columpios.

Recogiendo las palabras de la portavoz del Ejecutivo local, Yolanda Bel, “en la Plaza de los Reyes siempre ha dado mucho el sol”.

Esperemos que los toldos sean por lo menos tan sofisticados como estos nuevos columpios y que generen tanta controversia como las conchas, estando a la altura del entorno y sobre todo del ejercicio que Ángel Moreno ha proyectado para todos los ceutíes.

El próximo examen tendrá como tema las zonas de sombra cara a la época estival.

Moneda de euro incluida.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto