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OPINIÓN - JUEVES, 7 DE DICIEMBRE DE 2006

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

XXL
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Estarán de acuerdo conmigo en que vivimos en un Estado Policial donde se intenta controlar hasta los esputos que excretamos por si fueran susceptibles de multa o de sanción. Y ahora les ha dado por mimar nuestras arterias y controlarnos el colesterol, prohibiendo la publicidad de las suculentas macrohamburguesas XXL, a lo que seguirá declarar proscritas a las propias hamburguesas, pepinillos y ketchup incluidos.

El Estado husmea e ingiere en lo que metemos en nuestros pulmones y aplica el prohibicionismo y ahora arbitra sobre apetencias culinarias y decide que es lo que podemos y no podemos comer. Será que nos consideran una piara de deficientes, eternos menores de edad y como, ni nos respetan, ni respetan nuestras sensibilidades les es indiferente herirnos con sus normas restrictivas, ñoñas, melindrosas y ridículas. Porque, es cierto que, en la sociedad, no se puede andar en plan libertario, sin respetar al de enfrente y rompiéndole los cojones a la colectividad con conductas inapropiadas o directamente incívicas. Pero de ahí a que controlen nuestras dosis de colesterol hay un largo trecho, que pasa por controlar otras conductas a través de leyes apropiadas.

¿Qué a que leyes me refiero? Bueno, no hay que ser muy inteligentes para repescar viejas normas, adaptarlas a la Constitución y aplicarlas, para gozo, alivio y refocile de la ciudadanía. Por ejemplo hoy, que hay el ganado que hay, sería coherente una “Ley de vagos y maleantes” porque abundan los unos y los otros, para indignación de los españoles y una “Ley de peligrosidad social” que controlara, esta vez sí de manera restrictiva, a quienes constituyen un peligro o un riesgo para la comunidad.

Lo lógico es comenzar a prohibir y a perseguir lo que asusta, preocupa e intranquiliza a la sociedad y hacerlo a la manera de Nicolás Sarkozy, el ministro francés que va camino de convertirse en Presidente de la República y constituye un ejemplo admirable de las ideas neoconservadoras. Sarkozy le tiene la vida amargada a los delincuentes, pero que yo sepa no distribuye moralina ni se escandaliza con las pringosas hamburguesas XXL.

Será que, atacando las grasas tratan de obviar la preocupación real de los españoles ante el rebrote y repunte de enfermedades que habíamos olvidado, como la tuberculosis. Ahí si que hay causa de alarma sanitaria y no en que, un niño de coma un sábado un Happy Meal en el McDonald´s. Máxime cuando, cualquier enfermo sin control sanitario e incluso sin diagnosticar, puede ponerse a expectorar en un autobús o en un centro comercial. Tememos y nos asustan las enfermedades que nos están viniendo de importación y poseemos la suficiente información como para que todos sepamos en qué consiste una dieta sana y la importancia de la fruta y de las verduras en la alimentación. No estamos sobresaturados de grasas sino de mensajes informativos y encima, aunque a los gobernantes les parezca algo sorprendente y novedoso, nos enteramos de lo que leemos y de lo que vemos, porque, directamente idiotas, no somos.

No se vence prohibiendo, sino convenciendo con mensajes claros y didácticos, todos sabemos lo que es la comida-basura y quien la come es porque es libre y le sale de las pelotas. Que se ocupen en erradicar las enfermedades importadas y proteger de ellas a los españoles y luego que vayan a por las XXL.
 

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