Habitualmente los tontos llegan al
poder de manos de los partidos políticos, de modo que los
listos y los que mandan permanecen en la sombra, y el otro
es el que da la cara, queda en ridículo, la prensa lo pone a
parir, los partidos de la oposición se cachondean, y el
pueblo se cabrea. Porque estamos viendo que para ser
presidente de un gobierno, del rango que sea, o se es guapo
o se es manipulable, pero para ser presidente de una nación
entonces se tiene que ser guapo, inseguro de si mismo,
visionario, pacifista, pero sobre todo manipulable por los
poderes fácticos y ocultos que toda sociedad posee en las
sombras de las naciones.
Entonces el tonto, cuando gana las elecciones se ríe, y el
pueblo que es más tonto todavía también se ríe. Supongamos
que existe un tonto con poder español.
El tonto dice: “yo quiero instaurar la 3ª Republica”, pero
claro lo dice porque personajes como Cabroncillo que
firmaron abrazar la bandera nacional y la monarquía cruzando
los dedos, en el año 1977, ahora que le toca morirse hay que
hacerle un homenaje diciéndole “ya puedes abrazar la bandera
tricolor, majete-asesino”, “machote”, “campeón de las checas
de Madrid y campeón del mundo de matar mas hombres de
derechas por minuto”. Luego el TONTO CON PODER, dice “hoy me
ha dicho Raphell, que tengo el poder de ganar la guerra del
36, así que vamos a reavivar el odio entre los españoles y
así nos volvemos a matar, pero esta vez ganamos nosotros, y
como Caracabra me ha dicho que tengo ese poder, haced pues
una ley que se llame “Memoria Histórica”, pero solo para
beneficiar a los que murieron en manos de los militares de
Franco, no los militares del pueblo español, sino de Franco,
porque todos los soldados que lucharon en el bando ganador
eran españoles que se unieron a Franco porque eran hijos
suyos, porque sino fueran hijos y familiares de primer orden
de Franco, entonces hubieran luchado a nuestro lado es decir
al lado del ejercito de mi abuelo, y entonces mi abuelo que
solo tenia una debilidad que le gustaba matar españoles
tirando al plato, siendo el plato las cabezas de aquellos,
pero que era muy inteligente y quería el bien para toda mi
familia y vecinos de mi pueblo, hubiera ganado esa guerra,
así que ¡eah! a trabajar todo dios, disculpen Dios no
existe, y darle todo a las familias de los muertos por los
franquistas, porque el ejercito de mi abuelo y de Cabritillo,
y del Lenin español, y del Carnicero de Albacete, no
asesinaron a nadie, ni quemaron iglesias, ni castraron, ni
violaron...”
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