Se acercan las Navidades a pasos
agigantados. Como quien dijo, las tenemos a la vuelta de la
esquina. Servidor, cada vez que se acercan las Navidades
fiestas familiares y entrañables, se promete asimismo ser
bueno durante todos esos días. Lo que pasas es que, muchas
veces, tengo que dejar de ser bueno, porque pasa lo que
pasa, personas que meten la patita hasta el corvejón,
filtradores de noticias baratos, que ni para filtrar
noticias valen porque, la mayoría de esas filtraciones, son
más falsas que un billete de veintidós euros con cinco
céntimos. Y para más INRI, de todos estos ineptos de
filtradores, algunos de ellos, en especial una de las más
grandes “lumbreras” hasta la fecha conocida, lo hace en plan
venganza, por cuantas cosas se han dicho sobre si inutilidad
más que demostrada. ¡Pobrecito, que pena me das!.
Con toda esas cosas, que realizas en plan venganza, lo único
que me vienes a demostrar es que no estoy equivocado, en
nada de lo que he estado diciendo, en cuanto a tu
incapacidad intelectual. Como dicen en mi pueblo : “Eres más
inútil que el de una muñeca” . A lo que me gustaría añadir,
que no eres más inútil porque no te dedicas a entrenar, par
de minutos, cada mañana.
Cómo serán de inútiles tus filtraciones, que hasta el que
las recibe, antes de ponerse manos a la obra, consulta con
otros compañeros, a ver qué saben del asunto porque, en
varias ocasiones, por tu culpa, culpita, ha hecho el
ridículo, al realizar el trabajo sin haber consultado ante
con el resto de los compañeros. Y es que, hasta para filtrar
noticias, se tiene que saber. No todo el mundo, está
preparado para colarle una noticia al que, después, la tiene
que trasladar a un papel escrito. Aunque, a veces, eso tengo
que reconocerlo, se juntan el hambre con las ganas de comer.
¡Dios, que fauna!
Ahora, una cosa tengo segura, que te lo vas a llevar
“calentito”. Esto no hace falta ser una inteligencia
superdotada para comprender lo que va a pasar en nada de
tiempo. Todo es cuestión de tener un poco de paciencia,
porque la liebre tiene que saltar y, más, como están las
cosas.
Como he dicho que soy una jartá de bueno cuando se acercan
las navidades, me voy a permitir darte incluso un consejo y,
además, sin cobrártelo ni nada con lo que eso, dado mi
estado económico, supone. Vamos que me vas a tener que estar
agradecido toda la vida y cinco años más. No creas que es
oro todo lo que reluce porque al final, como está mandado,
te llevará al huerto con la misma facilidad que se ha
llevados a otros que han presumido de ser más “inteligentes”
que tú, Qué te voy a decir a ti, que conoces como nadie el
año. Por eso, mi consejo es que, “trinques” lo que tengas
que “trincar” y a la hora del reparto trates, por todos los
medios a tu alcance, de engañarle en la cantidad.
Sé, positivamente, que la empresa de engañarlo no va a
resultar fácil pero, insisto, inténtalo y procura darle sólo
el treinta por ciento de los beneficios, que tu trabajo bien
merece la recompensa del setenta por ciento. Pensándolo
bien, no te va a resultar tan difícil engañar a tu socio,
puesto que tú eres un experto en el asunto de engañar al
personal. Ahora, afina bien la cosa, porque bien sabes que
“entre calé y calé, no cabe la buenaventura”, Adiós, tú.
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