Antonio Bravo Nieto y José Luis Gómez Barceló presentaron
ayer el libro ‘Arquitecturas y ciudades hispánicas de los
siglos XIX y XX en torno al Mediterráneo occidental’ en el
salón de actos del Palacio Autonómico. La intención de esta
obra es cambiar el centro de influencia de Madrid a otras
ciudades, cuyo interés arquitectónico es notable. Y el
director y coautor del libro, Antonio Bravo, mira hacia las
ciudades del Mediterráneo, entre las que destacan Ceuta,
Melilla o Tetuán.
Bravo habló de descifrar la personalidad arquitectónica de
estas urbes que durante el siglo XIX y el XX desarrollaron
estilos propios, ya que se ha publicado “poca cosa” sobre
este área. El experto diferenció claramente entre la primera
y la segunda mitad del siglo pasado, en las que se pasa de
diseños individualizados en cada ciudad a la utilización de
los mismos materiales y estructuras que la globalización ha
traído a las calles.
El libro hace referencia al urbanismo en el norte de África
en los capítulos dedicados a Melilla, una ciudad con un
importante casco modernista; Tetuán, donde surgieron nuevas
tendencias neoárabes y Ceuta, cuya arquitectura está
salpicada por todo tipo de movimientos contemporáneos.
José Luis Gómez Barceló explicó la evolución arquitectónica
que experimentó Ceuta desde principios del siglo XX, es
decir, se parte de edificaciones de corte popular a una
ingeniería militar que pone en práctica conceptos clasicista
y eclécticos. Destacó Barceló la arquitectura civil basada
en las corrientes de los primeros años de la pasada centuria
cuando en 1911, Santiago Sanguetti desarrolla una
arquitectura modernista y ecléctica.
En 1925, llegarán nuevas corrientes gracias a arquitectos
más jóvenes que traeran estilos regionalistas, racionalistas
e incluso de estética máquina a la ciudad. En este sentido,
Barceló señaló el edificio de calle Canalejas que simula un
aeroplano o la construcción que evoca a un avión en el cruce
de la calle Mina e Isabel Cabral.
Una especial mención hizo, Barceló, sobre el trabajo de los
hermanos Blein Zarazaga. Gaspar ejerció su profesión en la
Ciudad Autónoma desde 1926 hasta 1929 y José desde 1929
hasta 1943. Desarrollaron todos los estilos contemporáneos
en Ceuta. En cuanto a la influencia entre el triángulo
Melilla, Ceuta, Tetuán, tanto Gómez Barceló como Bravo Nieto
consideran que en estas ciudades practicaron estilos muy
personales, que se desarrollaron durante el siglo XX en toda
España. Un ejemplo de influencia neoárabe en Ceuta fue la
construcción de la estación de tren entre la Ciudad Autónoma
y Tetuán, que se edificó entre 1913 y 1915 para inaugurarse
en 1918.
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