Las playas de Ceuta volvieron a ser el escenario de un
desembarco de inmigrantes procedentes de territorio
marroquí. Ayer cuando pasaban casi treinta minutos de las
9.00 horas, un total de 8 inmigrantes de orígen asiático así
como el patrón de la embarcación fueron interceptados en la
playa de la Almadraba por efectivos de la Policía Local que
colaboraron con la Guardia Civil.
El desembarco no fue nada aparatoso ya que la lancha llegó
hasta la propia arena de la playa donde quedó encallada. Por
ello, los inmigrantes no sufrieron percance alguno aunque
muchos de ellos sí presentaban síntomas de hipotermia a
causa del viaje y la desnutrición. Finalmente no precisaron
mayores atenciones por lo que no fueron ingresados en el
hospital.
Una vez interceptados por las fuerzas de seguridad estos han
sido trasladados al Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes de Ceuta. Por contra, el patrón de la lancha,
fue trasladado por la Guardia Civil a sus dependencias y fue
acusado por un delito contra la libertad y los derechos de
los trabajadores extranjeros por el que hoy mismo será
juzgado en Ceuta.
Captura del patrón
La efectividad conseguida en la operación llevada a cabo por
la Policía Local y la Guardia Civil radica en que los
primeros fueron puestos sobre aviso de la llegada de esta
embarcación por parte de un operario de Urbaser que se
encontraba trabajando en la zona, según confirmaron fuentes
policiales.
El patrón, detenido
El verdadero éxito de la operación es, según los miembros de
los dos cuerpos policiales intervinientes, la captura del
patrón de la embarcación que pudo llevarse a cabo gracias a
una rápida intervención de la Policía Local, primera en
llegar. Este una vez realizado el desembarco y al saberse
descubierto por la Policía y la Guardia Civil trató de huir
dejando atrás la escena del suceso lo más rápido posible. El
ciudadano marroquí abandonó a los tripulantes de la nave y
huyó en dirección contraria a la que provenían los agentes
de policía. Tras una persecución a pie finalmente fue
alcanzado frente al Pabellón Díaz Flor.
La lancha en la que viajaban los inmigrantes como en
ocasiones anteriores era de fibra y tenía unas dimensiones
reducidas. La utilización de este tipo de barcazas no es
casual ya que induce al radar a confusión debido a su gran
similitud con las embarcaciones de recreo. Según fuentes
policiales la mañana era especialmente propicia para la
salida de estas lanchas ya que se estaba celebrando un
campeonato de pesca en la zona y debido a la cantidad de
movimiento de estas lanchas era difícil para el Sistema
Integral de Vigilancia Exterior discernir entre unas y
otras.
La Policía Local desplazó para la operación a dos unidades
compuestas por un total de cuatro agentes. Fue intervenido
un teléfono móvil durante el transcurso de las diligencias.
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Un final menos trájico que el del Sarchal
El último recuerdo que tienen los
ceutíes es la turbulenta llegada el pasado 9 de noviembre de
once inmigrantes en una lancha procedentes de costas
marroquíes. En esa ocasión, el patrón de la barca al saberse
visto por la guardia civil optó por arrojar por la borda a
los inmigrantes que transportaba. Así, estos tuvieron que
luchar contra el fuerte oleaje y contra las afiladas rocas
para llegar a la orilla tras un ajetrado viaje desde sus
tierras de origen.
El trájico desembarco afectó sobremanera a uno de ellos que
fue ingresado en el Hospital Civil donde falleció a causa de
las graves heridas que tenía.
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