Comenzarás a aprender que los
besos no son contratos, ni regalos, ni promesas...Comenzarás
a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al
frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un
adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos,
porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y
el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío. Después de
un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones
demasiado... Aceptarás incluso que las personas buenas
podrían herirte alguna vez y necesitarás
perdonarlas...Aprenderás que hablar puede aliviar los
dolores del alma...Descubrirás que lleva años construir
confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también
podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la
vida. Aprenderás que las nuevas amistades continúan
creciendo a pesar de las distancias, y que no importa qué es
lo que tienes, sino a quién tienes en la vida, y que los
buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos
dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta
que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo
cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de
disfrutar su compañía. Descubrirás que muchas veces tomas a
la ligera a las personas que más te importan y por eso
siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque
nunca estaremos seguros de cuando será la última vez que las
veamos. Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que
nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros
somos los únicos responsables de lo que hacemos. Comenzarás
a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo
cuando queramos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la
persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a dónde llegaste, sino a dónde te
diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve... Aprenderás
que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser
flexible no significa ser débil o no tener personalidad,
porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación:
siempre existen dos lados. Aprenderás que héroes son las
personas que hicieron lo que eran necesario, enfrentando las
consecuencias... Aprenderás que la paciencia requiere mucha
práctica Descubrirás que algunas veces, la persona que
esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las
pocas que te ayuden a levantarte. (William Shakespeare).
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