Cuando en sede parlamentaria
continúan discutiéndose las cuentas del Estado preparadas
por el gobierno del PSOE, y haciendo especial hincapié en
Ceuta, comprobamos en un somero análisis tras vislumbrar los
grandes números que la Ciudad Autónoma, si bien recibirá
inversión y cifras para el gasto llamado corriente para el
mantenimiento de la infraestructura estatal en la ciudad, no
se aprecian cantidades destinadas a preparar un futuro
competitivo que posicione a esta región en un marco de
solvencia ante el espectacular crecimiento previsto que se
avecina en nuestro entorno más próximo.
El que avisa no es traidor. Si bien Ceuta por su especial
ubicación geográfica cuenta con un potencial sorprendente,
más sorprende el hecho de que no se proyecten iniciativas
tendentes a que de la potencialidad se pase finalmente a la
realidad.
No dejaremos de recordar las millonarias inversiones
estatales que se prevén en los PGE para el Puerto de
Algeciras y los más bien escasos números con los que contará
el Puerto de Ceuta desde las arcas estatales. La excusa
preferida para argumentar tal diferencia, se centra en que
Algeciras absorve una cantidad ingente de tráfico de
contenedores, pasajeros, bunkering... Algo que es
absolutamente cierto en la actualidad, tras más de dos
décadas de continuadas inversiones en el puerto algecireño.
Situación a la inversa que ha venido produciéndose en la
ciudad, lo que derivó en las desinversiones de sólidas
empresas del bunkering que no pudieron competir en un
escenario adecuado con el poderoso puerto vecino de
Algeciras, y que conllevó al cierre en Ceuta de sus
factorías.
En estos momentos es Tánger el que con su ‘super puerto’
puede acaparar el ‘negocio’ del de Ceuta. Se habla en
Marruecos de que su construcción es pura estrategia para
‘ahogar’ a esta ciudad. Así se ha publicado en medios
marroquíes mientras que España, con su actitud, permitirá
que el puerto de Ceuta sólo sea a la postre un embarcadero
en relación a sus vecinos más próximos.
Y no digamos del resto de sectores del que ya hablaremos.
Pero este es otro capítulo aparte.
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