Príncipe Alfonso sigue estando en el ojo del huracán. El
estudio ‘Entornos favorables al reclutamiento yihadista: El
barrio del Príncipe Alfonso (Ceuta)’, realizado por los
doctores de la Universidad de Granada, Javier Jordán y
Humberto Trujillo, afirma que la barriada ceutí se
constituye en uno de los “entornos sociales más favorables
para el reclutamiento yihadista de toda la geografía
española”. La base del artículo se sustenta en noticias
recogidas de la prensa y una serie de signos sociales
significativos, como pueden ser la “marginación social y
económica” o “la práctica inexistente de control
institucional”. También añaden problemas como el caos
circulatorio dentro del barrio o la quema de contenedores de
basura. También toman en cuenta la posesión de armas de
fuego por vecinos dedicados al “trapicheo” de droga. Pero se
ha de tener en cuenta que los problemas citados por los
autores no son muy diferentes a los de otras zonas
periféricas urbanas del resto de España.
Entre los hechos recientemente acaecidos en la barriada se
hace especial hincapié en tres de ellos. En primer lugar la
detención de “presuntos yihadistas” implicados en los
atentados de Casablanca de 2003; posteriormente la expulsión
de tres miembros del Ejército de tropa profesional por
“supuesta simpatía” con el islamismo radical y en tercer
lugar la aparición de un manifiesto en internet que llamaba
a la ‘Guerra Santa’ contra España y la lucha por la
‘liberación’ de Ceuta y Melilla.
Tanto la expulsión de los tres militares como el manifiesto
en internet son informaciones recogidas por el diario ‘El
País’ en su edición del pasado 5 de noviembre, pero a fecha
de hoy no se ha confirmado que los militares expulsados
tuvieran ningún tipo de relación con grupos islamistas ni
que fueran vecinos de Príncipe Alfonso.
Respecto al tema, el presidente de la Ciudad Autónoma de
Melilla, Juan José Imbroda, preguntó en el Congreso de los
Diputados al ministro del Interior, José Antonio Alonso,
sobre la posible expulsión de miliares por simpatías con el
islamismo y la respuesta del ministro fue negativa.
Síntomas
Los autores del estudio han localizado una serie de síntomas
de radicalización y reclutamiento yihadista. “Todos los
elementos anteriormente señalados no convertirían el barrio
del Príncipe en un caso muy diferente de otras áreas
marginales de ciudades españolas, sino fuera por el hecho de
que se aprecian serios indicios de radicalismo salafista”.
Al parecer estos indicios no parecen algo nuevo, los mismos
autores recogen en su estudio unas declaraciones de hace más
de cuatro años del por entonces Director General de la
Policía, Juan Cotino, que afirmaba que en el Príncipe “hay
caldo de cultivo para el fanatismo islamista”.
Jordán y Trujillo toman la quema de dos morabitos, Sidi
Embarek y el Sarchal, como uno de esos indicios. Estos son
una especie de templos que albergan la tumba de une persona
muy importante para los musulmanes y su existencia es común
en el norte de Marruecos, pero considerado práctica
aberrante para los musulmanes salafistas. A día de hoy no se
conoce la autoría de los hechos.
También dicen detectar un “mayor control informal sobre los
comportamientos contrarios a la moral islámica”. Algo que
dejan en el aire ya que no se afirma rotundamente. “No sería
de extrañar que ya existieran o aparecieran en breve”.
La presencia de personas que controlen todo lo relacionado
con el Islam también está presente en el estudio. Afirman
que existe un “predicador radical proveniente de Arabia
Saudí en uno de los pequeños oratorios del barrio”. Añaden
que eso mismo ya ha sucedido en Casablanca, Tetuán y Tánger,
ahora también en el Príncipe. No solo queda ahí la cosa,
también “hay motivos para pensar que hay reclutadores
yihadistas”. Además añaden los autores del estudio que
“existe constancia de que al menos un joven del barrio
Príncipe Alfonso ha marchado a ‘combatir’ a Irak”.
En otra línea apelan a las “tensiones y conflictos”
relacionados con la marginación que se interpretan en clave
“Islam versus Cristianismo”.
Por último relacionan las emboscadas sufridas por algunos
coches de la policía con individuos de “inspiración
salafista”.
Implicaciones en materia de antiterrorismo
Los autores consideran que el Príncipe “lleva camino de
convertirse en un área parcial o totalmente controlada por
los radicales”. El objetivo de estos sería que la ‘sharia’
(el camino de vida islámico) interpretada a su manera, que
“regule el comportamiento y las normas de convivencia de la
población”. Achacan esta situación a la elevada
concentración étnica, la mínima presencia de la
Administración y el control social que ejercen las pandillas
de jóvenes.
También aluden a la inseguridad y marginalidad de la zona,
características que generan un “espacio hostil y lleno de
incertidumbres” que crean un entorno que podría facilitar
“sensiblemente” el reclutamiento de yihadistas.
Otra conclusión “inquietante”, que de nuevo lleva al
Ejército, es la posible captación de jóvenes vecinos que
sean miembros de la guarnición de Ceuta. Para los autores el
interés en estas personas aumenta ya que “podrían robar
munición o informar sobre las vulnerabilidades del sistema
defensivo de la ciudad”.
Por último concluyen analizando lo expuesto y afirmando que
la “presencia de elementos radicales en el barrio del
Príncipe podría dar lugar a la aparición de una célula
terrorista.
Tras lo analizado se ha de tener en cuenta que en todo
momento se habla de posibles realidades y no de certezas, ya
que hace años que este tema ocupa un lugar en los foros de
debate de Ceuta.
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