Una de las agresiones que más frecuentemente sufrimos
diariamente son los ruidos: realización de obras, el vecino
de arriba que diariamente y en horas intempestivas produce
molestias, los botellones, coches discotecas, ciclomotores a
escape libre, pero también existen ruidos procedentes de
actividades empresariales, con asentimiento de las
autoridades municipales, que se dedican a importunar al
vecindario a base de emisión de decibelios.
Últimamente parece que se ha abierto la veda contra los
Alcaldes y el paso de algunos de ellos por prisión es todo
un acontecimiento mediático.
Hasta ahora, tanto los que otorgaban las licencias de
aperturas, así como los directivos de empresas o
empresarios, pasaban de las cuestiones medioambientales,
nunca habían tenido problemas.
Casi siempre los vecinos afectados llevaban las de perder en
esta ruidosa guerra., y bien, o acaban descansando con
tapones en los oídos, produciéndoles enfermedades auditivas
o vendiendo su piso devaluadamente.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, en su Sentencia
Nº: 1.091/2006, fecha 19/10/2006, Ponente Excmo. Sr. D.:
José Antonio Martín Pallín, han condenado a D: Manuel
Vilanova, como autor de un delito de prevaricación, a la
pena de un año y seis meses de prisión, más ocho años de
inhabilitación especial para empleo o cargo público. Aunque
no ingresará en la cárcel, por ser pena inferior de dos
años, el actual Alcalde de Villareal tendrá que decir adiós
a la vida política.
Nos encontramos ante una sentencia ejemplar, un aviso a
navegantes, el ponente de la misma dijo que ya es hora de
que algunos alcaldes vayan a la cárcel por cometer delitos
medioambientales.
Quizás esta sentencia haga recapacitar a las autoridades
municipales de todos los municipios de España, a la hora de
otorgar licencias molestas para los vecinos, hagan cumplir
las leyes y las diversas ordenanzas municipales, las cuales
han sido elaboradas y aprobadas para el bienestar de los
vecinos.
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